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Este jueves comienza el juicio oral que tiene como imputado al cura Marcelino Moya por los delitos de abuso y corrupción de menores, ocurridos en la parroquia Santa Rosa de Lima, de Villaguay. Dos ex monaguillos denunciaron al “cura payador” como el responsable de haberlos abusado cuando eran menores de edad, entre 1995 y 1996.

Los fiscales Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra harán una presentación del caso y expondrán el adelanto de condena que piensan pedir para Moya. “Llevamos los testigos y las pruebas necesarios para lograr una condena de prisión efectiva”, manifestó el fiscal.

Y afirmó que la Fiscalía cuenta con “sobrada evidencia que permitirá derribar el estado de inocencia” que hoy pesa sobre el sacerdote. Respecto de la pena que pedirán, aseguró que será de entre “15 y 20 años”.
El debate
Durante los dos días de debate, entre jueves y viernes, la Fiscalía presentará más de 20 testigos, además de los dos denunciantes de los abusos, el médico Pablo Huck y ED, estudiante de Derecho.

El defensor de Moya, el abogado Dario Germanier, adelantó que volverá a plantear la prescripción de los delitos, a pesar de que un juez de Garantías, una cámara de Uruguay y Casación lo hayan rechazado previamente.

En este sentido, el fiscal Quirolo sostuvo que “lo puede hacer”, pero agregó que “nosotros entendemos que es una cuestión que ha sido tratada. En tres instancias distintas, fue denegado ese planteo”.

Expresó además que “ambas víctimas demuestran un testimonio coherente y claro, que se refuerzan con las pruebas periciales que se realizaron y que son de mucha importancia. Pero obviamente que lo más importante serán los relatos de Pablo Huck y de ED, que son las víctimas y son quienes sufrieron estos terribles hechos”.
El caso
El “cura payador” fue denunciado en junio de 2015 por dos jóvenes que, en su niñez y adolescencia (en los años 1995/1996), formaron parte de un grupo que asistía regularmente a la parroquia Santa Rosa de Lima y que eran alumnos del Colegio La Inmaculada, de Villaguay.

El hecho se conoció a partir de una publicación de la revista Análisis. Allí, las víctimas relataron cómo fueron cada uno de los abusos cometidos por el sacerdote. El primero de ellos contó que fue abusado, por lo menos dos veces por semana y durante casi dos años, en la propia habitación del sacerdote, en el primer piso de la Parroquia de Villaguay, como así también cuando hicieron viajes a Viale, para realizar tareas religiosas.

La otra víctima contó que hubo un intento de abuso, también en la habitación del cura, pero éste reaccionó a tiempo y empujó al cura, tras lo cual se fue de la Iglesia y nunca más volvió, pese a que era monaguillo.
Fuente: Entre Ríos Ahora - Análisis Digital

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