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Cada una de las encomiendas pesaba 20 kilos. Habían sido enviadas desde dos ciudades de Alemania cercanas a la frontera con los Países Bajos. Intentaron simular que el contenido era indumentaria textil. Su destino final era la ciudad de Buenos Aires, pero se buscó que la mercancía ingresase por Paraná, en Entre Ríos. Quizá pensaran que habría controles más laxos. Pero el plan criminal quedó trunco cuando personal aduanero abrió una de las cajas y descubrió que debajo de la ropa había un colchón inflable con 33.000 pastillas de éxtasis. En la otra secuestraron 34.000 dosis de esa droga.

Según se sostuvo en el juicio, esas 67.000 pastillas representan el mayor cargamento de éxtasis secuestrado en nuestro país. El hecho ocurrió el 14 de junio de 2016 y tres sospechosos llegaron a juicio oral y público. El debate, a cargo del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, llegó a su etapa final y ayer se hicieron los alegatos, en los que el Ministerio Público Fiscal pidió penas de entre seis y diez años de cárcel para los acusados.

Así lo informaron calificadas fuentes judiciales. La Dirección General de Aduanas (DGA) actúa como querellante y solicitó penas de entre siete y 11 años de cárcel.

"Tuvieron un actuar conjunto y concertado sobre la base de un plan común", sostuvo en su alegato el fiscal general de Paraná, José Ignacio Candioti. Se refería a los acusados Juan Carlos Grilli, Silvia Ávalos y el ciudadano dominicano Dardington Jiménez Sánchez, considerado el nexo internacional de la organización.

El juicio comenzó hace dos semanas y entre personal de la Policía Federal Argentina (PFA), de la Aduana, de la Prefectura Naval y civiles declararon 20 testigos. Entre aquellos que dieron sus testimonios figuran el comisario Víctor Chanenko, que era jefe de la Delegación Paraná de la PFA, y el director de la Aduana de Paraná, Osvaldo Trossero.

La semana próxima será el turno de los alegatos de las defensas y después se conocerá el veredicto de los jueces Noemí Berros, Lilia Carnero y Roberto López Arango.

En el juicio, uno de los testigos del procedimiento recordó que contar la totalidad de las 67.000 pastillas les demandó muchas horas. El cargamento tenía un valor estimado en $20.000.000.

"La hipótesis es que la droga tenía como destino final Buenos Aires y que habría sido elaborada en los Países Bajos", dijo una fuente con acceso al expediente.

Una de las encomiendas estaba dirigida a Grilli. La otra, a Ávalos. El ciudadano dominicano fue apresado en la habitación 16 del Hotel San Antonio, en Retiro, donde estaba alojado.
Contacto en Mar del Plata
Si bien las encomiendas fueron enviadas desde dos ciudades distintas, habrían sido despachadas por la misma persona. "Un peritaje determinó que las grafías de las letras escritas en las dos cajas habían sido hechas por la misma persona", dijo Candioti. El representante del Ministerio Público solicitó la pena de diez años de prisión para Jiménez Sánchez, nueve para Grilli y seis para Ávalos.

Además, Candioti pidió que después de conocerse el veredicto se remitan copias a la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) para que se continúe con la investigación sobre la red narco.

Fuentes judiciales explicaron que el 2 de mayo de 2016, un mes y medio antes del secuestro de la droga sintética en Paraná, llegó a Mar del Plata una encomienda que también pesaba 20 kilos y que estaba dirigida a Grilli, un hombre de 60 años que hasta el momento de su detención trabajaba como remisero en una agencia de Malvinas Argentinas.

"Después del secuestro de la droga, la Aduana empieza a realizar averiguaciones en todas las sedes en el país sobre encomiendas similares y descubren el envío a Mar del Plata", agregaron las fuentes consultadas.

Nueve meses después, la Policía de Seguridad Aeroportuaria descubrió el segundo cargamento de éxtasis en cantidad: 64.000 pastillas. Estaban ocultas en el doble fondo del equipaje de dos ciudadanos colombianos. La particularidad de ese caso es que la droga fue despachada en el mismo avión de Aerolíneas Argentinas en el que viajó el presidente Mauricio Macri. El jefe del Estado volvía de una visita oficial por España.
Fuente: La Nación

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