Entre los considerandos del proyecto, se mencionó que “el vertedero fue clausurado en 2015, motivo por el cual no se debe arrojar basura en el lugar” y que “estas actividades se realizan con la intención de mitigar los impactos negativos al ambiente que pudiesen generar la disposición y el confinamiento de los desechos”. También, el articulado de la resolución requiere que se le impongan multas por infracciones, de 25 a 100 unidades fijas, a quienes se encuentren arrojando residuos en el lugar. “Existe cartelería visible que indica la prohibición de arrojar basura, lo que implica que todas las personas están en conocimiento de la infracción” y que “existen basurales habilitados para tal fin, además de los puntos limpios y el servicio de recolección municipal”, argumentaron.
“El depósito de basura en lugares no habilitados ocasiona muy malos olores, contaminación y la posibilidad de transmisión de enfermedades”, se agregó.