El relato hace hincapié en la falta de ayuda recibida por parte de las autoridades municipales y la inexistencia de un protocolo para intervenir en estos casos.
Pedido de ayuda
“Alrededor de las 14 recibimos el mensaje de una señora amiga de una de las últimas familias internadas por Covid-19. Estaba desesperada porque desde el día lunes que ésta familia fue detectada positiva y debió dejar su casa quedaron sus 3 perros y un loro encerrados en el interior de su domicilio sin asistencia alguna”, comenzaron contando los proteccionistas.“Esta vecina amiga se acercó al municipio para pedir ayuda para los animales. La respuesta fue que iban a averiguar que se podía hacer. Ante la falta de una solución concreta, decide pedir ayuda a bomberos y policía. Quiénes se mostraron muy predispuestos pero no podían actuar sin una orden de una autoridad competente. Ya sin saber que hacer, se comunica desesperada pidiéndonos asesoramiento”, continuaron diciendo.
Idas y vueltas
Desde Bienestar Animal comentaron los pasos que siguieron en busca de una urgente solución para las mascotas. “Lo primero que hicimos fue asesorarnos con protectoras de Buenos Aires, sobre protocolos para actuar en estos casos. Al mismo tiempo consultamos a veterinarios y abogada de confianza. Todos coincidían en lo mismo: desconocían si había algo pautado, pero había que actuar ya”.
“Teníamos la autorización de la familia para poder entrar pero no teníamos ni idea de que pasos seguir. Una de nuestras voluntarias se mantuvo en comunicación con una concejal que –si bien no era la responsable de resolver la situación- fue quien se ocupó y desde el primer momento hizo mil llamadas para encontrar una solución. Por medio de ella nos contactaron desde el hospital, donde nos dieron la información y los elementos necesarios para manejarnos con seguridad en el rescate de las mascotas.
Final feliz, sin el apoyo de autoridades
“A partir de ese momento, fuimos solas con toda la info y los elementos de seguridad, pero solas al fin. Sin el apoyo ni el acompañamiento de ninguna autoridad”, continúan en el relato.“No sabíamos en qué estado de salud íbamos a encontrar a esos animales, no sabíamos si al entrar a su casa nos atacarían queriendo defender su lugar. Pero nos importó más su vida, que para las autoridades y la puesta en marcha de protocolos, pasó desapercibida”.
“Una vez que logramos liberarlos y gracias al apoyo de todos ustedes, pudimos conseguir alimento y cuchas para que se resguarden en su propio patio donde se tiene fácil acceso para asistirlos”.
Los integrantes de “Bienestar Animal” concluyen su relato con un pedido a las autoridades competentes, para que esta situación no se vuelva a repetir.
“Solicitamos y creemos más que acertado, que se tenga en cuenta en los protocolos a los animales que quedan indefensos, inmersos en esta situación”.
“Hoy nos sentimos desamparadas. Tuvimos que actuar solas, sin recursos y sin el apoyo de las autoridades”.
“Agradecemos enormemente a los vecinos, al personal del hospital y a la concejal (a quién no le pedimos autorización para poner su nombre)”.
“Llamamos a la reflexión de los que no estuvieron ya que creemos que toda vida merece ser tratada con la misma importancia”.
