“Hay esperanza, pero también angustia”
El exintendente Guillermo Caraballo declaró que en su caso se muestra “cauteloso, porque hay mucha gente con expectativas de trabajo en su casa, hay esperanza, pero también hay angustia, y no hay que hacer declaraciones a la rebatiña”.“Tengo claro que trabajo y protección del medio ambiente son prioritarios, si esto sucede vamos a estar todos del mismo lado de la vereda. Si generara trabajo y no afectara al medio ambiente, estamos todos de acuerdo”, aseguró.
No obstante aclaró que “el proyecto no se encuentra aprobado ni siquiera presentado ante los organismos que corresponde a nivel nacional. Esto será resorte del gobierno nacional del Frente Amplio, con los controles ambientales, sociales y territoriales correspondientes”.
“Avalo la aprobación dada por la Junta”
El exintendente en ejercicio Mario Díaz resaltó que “esta etapa de recategorización no implica necesariamente que el proyecto se realice, sino que despeja la Viabilidad de Localización y el inicio del proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) a realizarse en el Ministerio de Ambiente y en la órbita de la Dirección Nacional de Calidad Ambiental. El proyecto no ha entrado aún a Evaluación de Impacto Ambiental, y el proceso implica una serie de Autorizaciones en el marco del Decreto 349/005, el reglamento de evaluación de impacto ambiental y autorizaciones ambientales que implica un largo proceso”.Destacó que “la recategorización de suelo está condicionada a la ejecución del proyecto (si no se concreta, los padrones vuelven a su categoría inicial). Esta cláusula permite con mayor seguridad, evitar cualquier especulación en el caso de que el proyecto no prospere”. “En síntesis --aseguró-- avalamos la aprobación dada por la Junta Departamental para permitir que el proceso continúe y se estudien todos los impactos.
“No es un negocio beneficioso”
La edil departamental Natalia Martínez dijo que “la instalación de una refinería de combustibles sintéticos en la costa de nuestro río no es un negocio beneficioso para nuestro pueblo” y explicó que llegó a esa conclusión “después de haber conversado con organizaciones ambientalistas y sociales, de haber participado en lo que pretendió ser una audiencia pública y que en definitiva fue una exposición de la empresa HIF Global, luego de haber buscado información con diferentes académicos especialistas”.“Nadie puede asegurar que la construcción de la planta va a necesitar de los 3.000 puestos de trabajo; dijeron que pretendían prolongar la construcción por hasta 36 meses, pero nada asegura que esto sea así. Luego de construida la planta los representantes de la empresa HIF refieren que van a trabajar allí 300 personas, de las cuales en su mayoría son técnicos capacitados y que no aseguran que esos puestos de trabajo sean para personas de la ciudad de Paysandú”, expresó Martínez.
Aseguró que “no estoy en contra de ninguna inversión y mucho menos de la generación de puestos de empleo genuinos para Paysandú que vaya si sabré que se necesitan”. Empero, llamó a considerar “el costo y sacrificio del medio ambiente, los costos que no se definen en el PAIC en cuanto a caminería, uso de rutas, de colector industrial y la afectación al corredor biológico por nada menos que 11 kilómetros desde los padrones recategorizados hasta la planta de ALUR”.