“Queremos pedirle a la Justicia una solución a la delincuencia que tenemos en el barrio. La Policía hace todo lo que puede y, con su accionar, estamos satisfechos. En una oportunidad me amenazaron y, al enterarse los efectivos de la comisaría sexta, fueron a mi casa a pedirme por favor que haga la denuncia. Cuando fui a la comisaría en ningún momento me dejaron solo, me propusieron más seguridad para la noche y así fue, cumplieron lo que me prometieron”, dijo un vecino.
Una vecina, que tuvo diez episodios de inseguridad en los últimos años, contó que “tenía tanto miedo por las noches dentro de mi casa, que ni siquiera me animaba a ir del dormitorio al baño, por temor a encontrarme con algún delincuente dentro de mi casa”.
Otras de las víctimas de la inseguridad indicó que “uno intenta ayudar a esos jóvenes a que cambien sus vidas y salgan de las drogas, pero no tiene código, no piensan a quién van a robar”.
“Hace 30 años que vivo en el barrio 140, solo me robaron una vez la bicicleta y luego la pudimos recuperar, pero tenemos rejas en las ventanas y pasadores en las puertas. Siempre estoy en contacto con mis hijos y preguntándole dónde están, siempre con el temor de que les pase algo”, agregó otra vecina afectada por la inseguridad.
Entre sus advertencias, mencionan que “hay casos que ya superan toda posibilidad de convivencia” y solicitan a la Justicia y al Estado municipal, a través del Consejo de Seguridad, que intervengan para resolver la problemática y la violencia urbana que esto está provocando en los barrios del oeste.
