En los últimos días, circularon versiones de subas que van desde el 14 al 20%, aunque los números hasta el viernes indicarían que el incremento no tendría que superar el 8%. De todas formas, se trata de un salto grande sobre todo por el impacto en el transporte de las mercaderías y por el efecto demostración que tienen los combustibles, por el cual los demás productos tienden a igualar o superar la suba, publica Ámbito.
Por eso, se afirma que el Gobierno procura acotarlo a un 5% este mes, en principio con la idea de que los valores del crudo y del dólar van a estabilizarse y lo que reste para trasladar al público, se podría repartir en los meses siguientes. Otra alternativa, mucho menos creíble con los problemas que hay en las cuentas públicas, es que Hacienda acepte no aplicar el ajuste por inflación que corresponde hacer en junio sobre el impuesto a los combustibles, lo que dejaría espacio para la segunda cuota del aumento por parte de las petroleras.