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El Hospital Centenario Gualeguaychú y la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, realizaron con marcado éxito la jornada Resistencias a los Antimicrobianos en el ambiente de las Instituciones de Salud. Ante un auditorio de la Unidad Bicentenario colmado, Fernando Pasteran, el especialista en Microbiología Clínica y profesional del Laboratorio Nacional de Referencia Instituto Carlos Malbrán, expuso que con mucha claridad los desafíos que implica evitar el surgimiento de bacterias con extrema drogo-resistencia.

Alertó por su rápida propagación y adelantó un dato preocupante: se estima que dentro de unos 30 años, las superbacterias producirán una muerte cada tres segundos.

Fue en los laboratorios donde estas “bacterias tomaron el calificativo de súper porque adquieren los mecanismos de resistencia que las hacen extremadamente o pan-resistentes ante un único evento clínico”, describió el Pasteran.

“Y son fundamentalmente tres: la más conocida en nuestro ámbito es la KPC, que pueden romper los antibióticos en sitios específicos. La otra tan temida se llama NDM, una encima que modifica los medicamentos y, de esa forma, genera resistencia extrema a su efecto. La última es OXA”.

El médico indicó que “si bien existe una gran cantidad, estos son los tres mecanismos que están generando una pandemia de resistencia antibiótica a nivel global y que son difíciles o imposibles de tratar”.

Es por esta razón que desde la medicina moderna cobró fuerte impulso la perspectiva de disminuir el uso de medicación antibiótica para frenar a las “superbacterias”, porque “el problema es que se diseminan rápidamente sin importar el huésped bacteriano y las transforma en drogo-resistentes. Entonces, estas superbacterias están en un escalón evolutivo más avanzado al resto de las bacterias y no tenemos forma de detener su diseminación en el mundo”, advirtió.
2050, Odisea de la salud
Por eso, en Gualeguaychú, el especialista del Instituto Malbrán graficó aquello que se prevé ocurrirá en pocos años más. “Las superbacterias van a sobrevivir o exterminar -por usar un término más dramático- la especie humana. Tanto que para 2050 las proyecciones indican que van a producir la muerte de un ser humano cada tres segundos”.

Para enfrentar esta odisea, los líderes del mundo han “decidido invertir dinero en investigación y desarrollo, que es lo único que nos salvará de la evolución de estas superbacterias, porque se van a convertir en la principal causa de muerte de los seres humanos superando a las neoplasias, enfermedades cardiovasculares y los accidentes”.

Para Fernando Pasteran es relevante saber que “en general, estas superbacterias provocan un incremento del 20 a 70 por ciento en la mortalidad mediante las infecciones ya que no tenemos antibióticos para combatirlas. Sobre todo, el mayor desafío es que el enfermo debe recibir un tratamiento antes de tener documentada dicha resistencia. Durante esos primeros días, hasta que lleguen los resultados de microbiología, al paciente se le suministra un tratamiento de antibióticos a ciegas y, lo más común, es que no sepamos de esa superbacteria. Cuando corregimos nuestro diagnóstico es tarde y el desenlace tiene altas probabilidades de ser fatal”.

Otro aspecto que enumeró es el problema económico que representa este dilema científico: “Todos los líderes deben estar comprometidos en la toma de decisiones ya que es una cuestión de salud y economía pública. Los estudios efectuados en el primer mundo muestran que el costo financiero de estas superbacterias aumenta en los hospitales entre 23 y 35 mil dólares por infección, porque el paciente debe estar aislado para evitar la diseminación, requiere largos periodos de internación en salas de terapia intensiva o alta complejidad y contar con mayor plantel médico para su tratamiento”.

También tiene un costo social ya que “cada persona que muere deja de producir y se reducirá la población económicamente activa. Siempre es más elevado el costo social que el hospitalario, evaluando una mortalidad de 25 por ciento, es decir, la más baja posible hacia 2050. El impacto sería similar a tres guerras mundiales sobre el producto bruto global [PBI]”, ejemplificó.
Trabajo preventivo
Esta capacitación impulsada por el Hospital intenta consolidar la labor de distintas áreas que ya piensan estrategias para mitigar el impacto de las superbacterias en nuestro centro de atención.

Bajo el concepto de “una salud”, creado por la Organización Mundial de la Salud, se busca concientizar sobre el abuso del uso indiscriminado de los antimicrobianos tanto en la salud humana, animal y hasta en la producción de alimentos. Es necesario, entonces, controlar la diseminación de estas bacterias en el medio ambiente y evitar su afectación.

La producción con agrotóxicos, el mal tratamiento de los residuos urbanos y el volcado de desechos a los ríos propagan la expansión de las superbacterias. El hombre es uno de los responsables de la aparición de las superbacterias y es quien puede intentar frenarlas.

Finalmente, el Dr. Fernando Pasteran destacó que los estamentos de salud y universidad se vinculen para la difusión de estas problemáticas, para la concienciación de los profesionales y estudiantes a fin de lograr una aplicación racional de los antibióticos.

Al final de la jornada, el referente del Malbrán agradeció a Anastasia Aramburu, coordinadora de la sede Gualeguaychú de la Facultad de Ciencia y Tecnología de UADER y al Dr. Hugo Gorla, director del Hospital Centenario por abrir la puerta a los debates científico-sociales de la actualidad.
Fuente: El Día de Gualeguaychú

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