Según consta en la causa, al menos entre el 13 de junio y el 7 de julio Añaya comercializó sustancias estupefacientes (cocaína) en dosis fragmentadas para el consumo, recibiendo sumas de dinero a cambio de las entregas y como contraprestación.
La actividad se realizaba en un domicilio de calle Hernández al 500 (departamento 7), constatándose en la mayoría de los casos una modalidad similar, mediante la cual los compradores llegaban al lugar y Añaya les arrojaba desde la ventana del departamento la llave de acceso al edificio, ingresando y retirándose a los pocos minutos.
Tras una investigación que duró dos semanas y en la que participó personal de Toxicología de Colón realizando tareas de vigilancia, el 7 de julio de 2018 en horas de la noche se realizó el allanamiento en su domicilio, donde se procedió al secuestro de dos teléfonos celulares, una balanza de precisión, recortes, 18,4 gramos de marihuana y 78 envoltorios de cocaína, junto a un envoltorio de mayor tamaño de la misma sustancia compactada, siendo un total de 84 gramos. También se secuestró dinero y una libreta con anotaciones de las transacciones que realizaba el imputado.
Al momento de solicitar el allanamiento, el fiscal había requerido además la detención de Añaya y de su pareja, una joven de 18 años que finalmente fue sobreseída, dado que se comprobó que no participaba de las actividades. En ese sentido, fue relevante el peritaje realizado por la Sección Criminalística respecto de lo teléfonos secuestrados.
Desde ese momento, el imputado permaneció con prisión preventiva y, tras la audiencia de juicio abreviado, se lo trasladó a la Unidad Penal Nº 9 de Gualeguaychú.
La causa estuvo a cargo del fiscal auxiliar suplente Nº 2 Alejandro Perroud y actuó como defensor oficial el abogado Gustavo Goyeneche.
