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La Fundación Tres Mariposas de Colón pudo celebrar la diversidad, en el marco del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Esta fecha se celebra cada 17 de mayo para recordar la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la asamblea general de la Organización Mundial de la Salud, en 1990.

“El objetivo de nuestro aporte es visibilizar y promover el ejercicio de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexual y queer (LGTBIQ), en igualdad de condiciones y sin discriminación”, sintetizó para El Entre Ríos una de las integrantes de la institución, la abogada Magdalena Vinacur, además de “instar a toda la ciudadanía a que haga lo propio, para promover una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad sexual y de género”.

La disposición de un stand en la costanera permitió tomar contacto con una importante cantidad de transeúntes, que fueron invitados a asesorarse sobre los derechos comprendidos en la ley 26.743, hormonización, cambio de identidad de género y reasignación genital, de la mano de especialistas en la materia.

“Que se facilite, además, la formación de áreas de diversidad sexual que contribuyan a desterrar prácticas discriminatorias en perjuicio de las orientaciones sexuales, la identidad de género y su expresión. Discriminaciones que trascienden todo (laborales, personales, institucionales)”, siguió pidiendo la entrevistada.

La ocasión también fue propicia para entregar gratuitamente profilácticos, a fin de seguir concientizando a las personas sobre la importancia de su utilización durante las relaciones sexuales.
La educación sexual, una tarea pendiente
“Necesitamos generar acciones que sirvan para denunciar la discriminación de que son objeto las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, para hacer avanzar sus derechos en todo el mundo. Necesitamos educación sexual integral en las escuelas: es deber del gobierno de cada provincia, los establecimientos educacionales y de la sociedad en su conjunto velar porque se respete la ley 26.150 y, con ella, el derecho de cada niño o niña a vivir su identidad de género tal y como la siente. Que estos temas sean tratados en los establecimientos educacionales es una gran oportunidad, debido a que es allí donde los niños pasan una parte considerable de su tiempo y establecen relaciones con pares y adultos que los marcarán. Que puedan explorar diferentes roles y estilos de juego libres de estereotipos y darse cuenta que son respetados en relación a como se sienten o viven su género”, entiende Magdalena Vinacur de Tres Mariposas.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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