La idea surge “no solo lo es con el objetivo de que la información recabada sirva para la investigación epidemiológica, sino, además, para la toma de decisiones en políticas públicas destinadas a nivel individual al diagnóstico y tratamiento y, a otros niveles, a un trabajo con el grupo familiar o equivalente del paciente y a acciones de promoción y prevención en la comunidad”, argumentó la legisladora Verónica Rubattino, autora de la iniciativa.
El registro tiene como objetivos conocer la incidencia, la prevalencia de los distintos tipos de cánceres en esta provincia y su tendencia epidemiológica, clasificada por localización anatómica, grupos de edad, sexo, área geográfica (fundamentalmente por departamento, ciudad o distrito) y toda otra caracterización que pueda resultar de utilidad; contribuir al desarrollo de la investigación sobre el cáncer; generar información orientada a la toma de decisiones para la prevención y tratamiento del cáncer; y elaborar estadísticas sobre incidencia, prevalencia, supervivencia y mortalidad de cáncer.
En ese marco, serán funciones del futuro registro “la obtención de la descripción clínica de la extensión de la enfermedad, la información que identifica al paciente, la enfermedad y el hospital público o instituto privado de donde surge la información; el procesamiento, análisis y evaluación de la información obtenida sobre los casos de cáncer; la custodia de los datos clínicos epidemiológicos y demográficos, en el marco de la normativa vigente en materia de protección de datos personales; el control del acceso a la información contenida en las bases de datos; facilitar la información que resulte necesaria para la planificación de los servicios sanitarios y la evaluación de la atención sanitaria, tanto en los aspectos médicos como de salud mental; y facilitar la información que resulte necesaria para la Investigación a llevarse a cabo por universidades públicas, sea en esta provincia o el resto del país, como también la que sea requerida por organismos públicos de salud”.
Precisamente serán fuentes de información del registro “las historias clínicas de los pacientes oncológicos; los informes de anatomía patológica; los datos aportados por el sistema público de salud; los programas de detección temprana del cáncer; los datos aportados sobre personas que padecieron la enfermedad ya fallecidas; y los datos aportados por los registros jurisdiccionales que pudieran existir en la provincia”.
Al respecto, la diputada aseguró que “es importante contar con información tanto de cantidad como de calidad, en la expansión, como en el control de la enfermedad”, ya que los datos permitirán detectar áreas geográficas determinadas y realizar el tratamiento y elaborar resultados obtenidos. Así lo dice el proyecto similar que obra en el parlamento nacional, el cual menciona también que "... el análisis de la incidencia es una herramienta fundamental para estimar la magnitud y distribución de un problema de salud. Desde el punto de vista de la organización sanitaria, proporciona los datos necesarios para evaluar las necesidades asistenciales, planificar el uso de recursos y plantear estrategias preventivas prioritarias, como las campañas de diagnóstico precoz. Desde el punto de vista científico, el análisis de la incidencia es a su vez básico para generar hipótesis etiológicas, objetivo señalado ya desde sus primeras ediciones en las publicaciones de referencia sobre incidencia del cáncer”.
“Ello permite análisis comparativos, posibles causas de incidencia, eficacia de los tratamientos convencionales, etcétera. Incluso, hemos tenido en cuenta, a diferencia del proyecto nacional, la incidencia de la enfermedad como dato en el grupo familiar, lo que permitiría a distintos organismos del Estado establecer políticas de apoyo a las familias de personas que padecen la enfermedad denominada cáncer, puesto que es tan importante la salud del propio enfermo, como al del núcleo familiar o su círculo de afectos, que es el que brinda contención”, concluyó la autora.