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Puiggari visitó la casa de una víctima de Escobar.
Puiggari visitó la casa de una víctima de Escobar.
Puiggari visitó la casa de una víctima de Escobar.
"¿Puedo ir?", preguntó, vía whatsapp, el martes, a mediodía, el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari.

"Lo espero", le contestó Silvia Muñoz, mamá del nene de 11 años cuya denuncia disparó la causa penal por abusos contra el cura Juan Diego Escobar Gaviria. Había querido tener ese encuentro tres meses atrás, cuando Puiggari llegó a Lucas González. Pero entonces Puiggari no se ocupó de las víctimas, sino del cura.

Silvia Muñoz escuchó el relato de Puiggari, las explicaciones, lo silencios y los dichos del arzobispo. Oyó, por primera vez, de boca de la máxima cabeza de la Iglesia de Paraná, aquella reprimenda que le hizo a Escobar Gaviria, cuando Escobar Gaviria le pidió hablar con la familia que había hecho la primera denuncia en su contra.

"No, dejá, no quiero que los sobornes", dijo Puiggari que le argumentó aquella vez, finales de octubre pasado.

Escobar Gaviria fue párroco de San Lucas Evangelista, en Lucas González, desde 2005 hasta el jueves 27 de octubre último, cuando el propio Puiggari lo apartó del servicio sacerdotal y le pidió que abandonase la ciudad.

Esa vez, cuando Puiggari fue a notificar a Escobar Gaviria de la denuncia que habían presentado las dos monjas del Colegio "Castro Barros San José" ante el defensor oficial de Nogoyá, Oscar Rossi, Silvia Muñoz quiso entrevistarse con el arzobispo. Pero no pudo.

Hace dos semanas, cuando el sacerdote Luis Fariña la visitó en Lucas González para tomarle declaración en el marco de la investigación diocesana a Escobar Gaviria, la mujer le pidió hablar con Puiggari.

Puiggari visitó a Muñoz

Finalmente, esa entrevista se dio este martes por la noche. Puiggari llegó a las 19,45, y se quedó en la casa de Silvia Muñoz hasta las 21.30.

Puiggari fue con el mismo ofrecimiento que la Iglesia ha hecho a otras víctimas: dinero para costear el tratamiento psicológico. Silvia lo rehusó, aunque ha hecho malabares con la economía familiar para costear el tratamiento de su hijo.

Le dijo que no, que no buscaba plata sino sólo justicia. "Quiero que este hombre vaya preso", le dijo. Y le preguntó a Puiggari por qué no había visitado a las víctimas el día que llegó a Lucas González para comunicarle a Escobar Gaviria que tenía una denuncia en la Justicia.

Pero también le dijo, sin ambages, cómo era posible que hubiera un abusador adentro de la Iglesia, pero se lo dijo de un modo voraz: ¿usted se da cuenta, monseñor, que este cura con la misma mano que hacía acabar a un nene después daba la hostia en la boca a la gente?

Entonces, Silvia escuchó de boca de Puiggari esa frase: "Lo que pasa es que Escobar Gaviria es un pedófilo manipulador". Y completó con esta otra frase: "Es la manzana podrida que hay que apartar".

Una cuarta denuncia

La Justicia de Nogoyá, que actúa en el caso desde el vamos, avanza con tres denuncias en contra de Escobar Gaviria: los expedientes abiertos están caratulados "Señor Defensor Oficial s/Presentación", que tiene que ver con la primera víctima, un nene de 11 años; a ese se agregaron otros dos: "Juan Diego Escobar Gaviria s/Abuso Sexual" y "Juan Diego Escobar Gaviria s/Promoción a la corrupción agravada de menores". Ahora apareció un cuarto caso, una cuarta denuncia en contra del cura.

Tiene prohibido ir a Lucas González

El cura es cura sanador, seguidor de la corriente de Ignacio Peries, que desde la Parroquia Natividad del Señor, de Rosario, ha conseguido grande fama. Ambos, pertenecen a la Cruzada del Espíritu Santo. Todos los religiosos de esa orden están incardinados en la diócesis de Paraná, aunque de todos sólo Escobar Gaviria prestaba servicios aquí. Llegó en 2005 a Lucas González, y allí quedó, hasta que el 27 de octubre fue apartado y suspendido por el arzobispo Juan Alberto Puiggari. Desde entonces tiene prohibido pisar Lucas González y menos aún acercarse a los denunciantes, ni a sus familias.

Mientras, el cura, que primero se afincó en Oro Verde y ahora está recluido en la casa de la "Cruzada del Espíritu Santo", en Comandante Espora al 500, en Paraná, tiene prohibido acercarse a Lucas González; menos aún a los denunciantes o a sus familias, según dispuso la Justicia.

Así lo resolvió el 20 de este mes el titular del Juzgado de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, a pedido de los fiscales Molina y Uriburu. Además, el magistrado le impuso la obligación de notificar, tres veces a la semana (lunes, miércoles y viernes), su paradero en la comisaría más próxima.

Esas disposiciones fueron reprochadas por los abogados defensores de Escobar Gaviria, Juan Pablo Temón y Milton Urrutia, que fueron con un recurso de apelación ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú.

Pero el tribunal de alzada confirmó lo resuelto en Nogoyá. Las víctimas y sus familias, sin embargo, entienden que Escobar Gaviria no perdió contacto con Lucas González, que sigue yendo, y enviando cartas a las víctimas para que den vuelta sus testimonios.

Eso le dijo Silvia Muñoz a Puiggari. Y Puiggari prometió actuar. "Le voy a hacer firmar un papel en el que se comprometa a no ir más a Lucas González", le dijo Puiggari.
Fuente: Entre Ríos Ahora.

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