Respecto a la manera de actuar que tuvo la justicia, monseñor Puiggari manifestó que "ante una denuncia de una revista, ya se allana un convento como si fueran vendedores de droga. Hay instancias de diálogos que son mucho más fáciles. Podía ir el fiscal a tocar timbre y actuar de una manera más pacífica, tanto para las hermanas como la ciudad de Nogoyá".
Por otro lado, Monseñor estableció que "la vida de las carmelitas es muy exigente. Ellas van libremente y viven una vida austera y de oración. Además rezan por la Iglesia y por el mundo. Si hay que corregir algo, se corregirá. Pero no hacer eso de manera sensacionalista. No me termina de cerrar por que fue hecho esto así".
Por último, el Arzobispo de Paraná aseguró que "ellas dependen de la Santa Sede pero el Obispo las tiene que proteger. Insisto, es un reglamento, que se hace en todo el mundo. Fue aceptado por San Juan Pablo II. Me llama la atención el apuro de la justicia. Ojalá fuese así para todos".