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El joven entrerriano con el embajador Prado.
El joven entrerriano con el embajador Prado.
El joven entrerriano con el embajador Prado.
El joven es Daniel Medvedovsky, concordiense, de 23 años. La secundaria la hizo en la Escuela Nº17 “Martín Miguel de Güemes” (ex Comercio 2). Actualmente, está a un año de finalizar el cursado de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de Rosario.

Desde la ciudad más grande de la provincia de Santa Fe ha encontrado razones para, literalmente, proyectarse al mundo. En 2015, beca de por medio, asistió a una semana de estudios en Viena, Austria. En enero de 2018, estuvo 2 semanas en Chile, becado por el Instituto para el Liderazgo de las Américas y, finalmente, en los primeros 10 días de octubre último asistió a la India a una capacitación para 8 líderes jóvenes del mundo.

Hay más para él, luego de haber sido el 30 de noviembre uno de los 10 oradores que tuvo el primer evento TEDx de la costa entrerriana del río Uruguay (el realizado en Concordia bajo la organización de TEDx Parque San Carlos).

Tendrá otro desafío como estudiante universitario, otra posibilidad de ampliar sus conocimientos. Es el detrás de escena de la foto que Daniel se tomó junto a Edward Prado, embajador de Estados Unidos en Argentina. ¿Por qué este entrerriano compartió un desayuno junto a otros jóvenes argentinos, una mañana de diciembre, en el Palacio Bosch?

“Este año tuve el honor de haber quedado entre los 100 alumnos que vamos a viajar a Estados Unidos, a mediados de enero. Somos dos estudiantes de Concordia que vamos, dentro de los 100 elegidos de todo el país”, destacó Medvedovsky en diálogo con la emisora de El Entre Ríos en Concordia.

Por 7 semanas, desde mediados de enero, estudiará y vivirá en el campus de la Universidad de Saint John, Nueva York, como parte de los seleccionados por la Comisión Fulbright. Su camino recorrido y las expectativas de los que vendrá en esta diálogo con el programa “Club de AMIGOS”, que se emite los sábados de 10 a 12 por www.oidmortalesradio.com.ar.

-Terminaste la secundaria en Comercio 2. ¿Luego te fuiste a otro lugar buscando qué? ¿Qué decidiste estudiar?

-Cuando terminé la secundaria me pasó, como le pasa a la mayoría de los chicos cuando están terminando, que no sabía qué seguir, qué hacer de mi vida. Entonces, tras un test de vocación, las opciones estaban relacionadas al área de relaciones internacionales.
Entonces me fui a estudiar a Rosario porque era la opción más cercana que tenía y empecé a estudiar Licenciatura en Relaciones Internacionales, en 2013, en la Universidad Nacional de Rosario. Hasta el día de hoy sigo estudiando.

-¿Tan errado no estaba el test entonces?
-No, porque agarré viaje enseguida. Al día de hoy, estoy terminando el cuarto año de la carrera y ya en 2019 será el último de cursado.

-Estudiar ahí te abrió puertas que, en algún caso que vos buscaste, y en otros quizás vinieron un poco por casualidad. Lo importante estar en el lugar indicado.
-Totalmente. Desde que empecé la Facultad tuve la fortuna de conocer muchos lugares, en todo el mundo, gracias a viajes de estudio. Si no, de otra manera, no los hubiera podido hacer a esos viajes.

-Una cuestión que traba es el factor económico, claramente.
-Sí, es fundamental.

-Ya debe ser un sacrificio, para cualquier familia, que un integrante vaya a estudiar a una gran ciudad como lo es Rosario.
-Es fundamental lo económico porque mis viejos son trabajadores como cualquiera y les cuesta mucho sí.
Viajes de estudios por Europa, Sudamérica y Asia
-¿Cuál fue el primer viaje que hiciste?
-El primer viaje que hice, estando en la Universidad, fue en el 2015 al ganar una beca de estudio para estar una semana en Viena, Austria.
Después, en enero de este año, estuve 2 semanas en Chile, becado también por el Instituto para el Liderazgo de las Américas que es un curso organizado para el Fondo de los Estudios Americanos y, en los primeros diez días de octubre, viajé a la India a un curso para 8 jóvenes líderes a nivel mundial. Yo fui elegido en ese selecto grupo.

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En 2015 tuvo la oportunidad de ir a Europa: estuvo en Austria. Agrandar imagen
En 2015 tuvo la oportunidad de ir a Europa: estuvo en Austria.
-Sólo 8 jóvenes. ¿Eras el único de Argentina?
-Sí y era el más occidental digamos. Había jóvenes de China, India, de Nepal y Estados Unidos pero que vivía en China. Yo era el del lugar más alejado, geográficamente.

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A principios de 2018 estuvo en Chile, también becado como estudiante universitario. Agrandar imagen
A principios de 2018 estuvo en Chile, también becado como estudiante universitario.
-¿Qué rescataste de esa experiencia?
-Muchísimas cosas. Desde lo personal, nosotros en la realidad cotidiana nos quejamos de muchas cosas, con razón, pero hay otras que las damos por sentada, por ejemplo, la calidad del aire, la contaminación, a pesar de que no hay igualdad entre géneros las mujeres tienen un estilo de vida bastante libre. Por ejemplo, en la India las mujeres no se pueden casar por elección. Hay matrimonios arreglados. No pueden salir solas a la calle, ni siquiera asomarse a la calle. Cosas por ese estilo que, la verdad, son bastante angustiosas. En India viven 1200 millones de personas.

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En Nueva Delhi, India, también estuvo el joven estudiantes de la UNR. Agrandar imagen
En Nueva Delhi, India, también estuvo el joven estudiantes de la UNR.
-¿Algo más?
-Sí, desde lo profesional creo que lo más valioso que rescaté es que nosotros como jóvenes, como generaciones que estamos de cara al futuro, tenemos una gran variedad de recursos y de calidad humana que se comparan al resto del mundo y que no tenemos nada que nos haga menos al resto. Eso lo noté claramente porque estando yo ahí, que venía del contexto de una Universidad pública, de otro tipo de educación, y me codeaba con tipos que estudian en Harvard, Yale y universidades súper importantes y hablábamos el mismo idioma. No estábamos tan errados.

-Mencionaste lo de universidad público. ¿Eso cómo se proyecta en otros países o ahí mismo, en la India? ¿Hay universidades públicas?
-Sí, las hay pero tienen muy mala reputación y son de muy mala calidad. Uno sabe que, si quiere estudiar algo como la gente, como decimos en criollo, tiene que ir a una universidad privada porque en las públicas no es bueno el nivel.
Eso es algo súper valioso que tenemos en nuestro país donde una carrera, en una universidad pública, te da las herramientas para poder desenvolverte tranquilamente.

-¿Alguien te lo hizo notar, les llamó la atención?
-Allá me preguntaban de dónde venía y cuando les respondía es como que quedaban: ah, mirá dónde está y es de una universidad pública. Como que era todo muy loco.

-No fuiste de turismo, sino que es una beca de estudio. Entonces, para el ida y vuelta con tus pares y docente es clave el idioma. ¿Cómo te manejás con eso?
-Es fundamental. En todos los lugares donde me desenvolví fue a través del inglés. Tenés que saberlo porque si no te cierran muchas puertas, desafortunadamente. Salvo el caso de Chile que es el mismo idioma pero incluso ahí las clases eran en inglés porque había gente de muchas partes y el profesor venía de Estados Unidos.

-¿Cómo aprendiste inglés?
-Desde chico, en Concordia fui a una academia: el instituto Rainbow, en calle Sargento Cabral. Desde los 9 y hasta que terminé la secundaria y, desde entonces, no fui más a clases de inglés pero sigo teniendo el conocimiento para poder desenvolverme en esos lugares.

-Otra vez asoman dos cosas: la formación y la familia porque a los 9 años seguramente fueron ellos los que decidieron mandarte a estudiar inglés.
-Obviamente, por motus propio, no fui a estudiar a inglés. Afortunadamente tuve siempre a mis viejos que me acompañaron en todo tipo de experiencias y deseos.

-A la formación tradicional, propia de las escuelas, cualquier otra activad extra escolar siempre nos dará un plus. ¿Crees en eso?
- Sí, tal cual. Como decía Steb Jobs: "los puntos se conectan hacia atrás".
El orgullo de ser orador TEDx
-¿Qué te quedó de la experiencia de haber sido orador en un evento TEDx?
-Fue un sueño hecho realidad. Yo desde la primera vez que vi una charla TED, cuando tendría 16 o 17 años, decía: qué gente interesante, me gustaría estar ahí algún día, no sé cuánto me va a llevar. Ahora puedo decir, con gran alegría, que a los 23 años lo logré porque estuve dando una charla TED acá en Concordia y fue una experiencia súper linda, no solo por lo que se ve sino también por lo que hay detrás de escena ya que hay un grupo súper lindo. Fue una experiencia increíble.

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En TEDx Parque San Carlos fue uno de los 10 oradores presentes. Agrandar imagen
En TEDx Parque San Carlos fue uno de los 10 oradores presentes.
-Además, fuiste parte de un evento que tuvo la impronta de haber sido hecho y pensado desde Concordia.
-Sí. Creo, aparte, que el lema que le dieron al evento de "brotar ideas" me parece que, con el hecho de que tuviera lugar, se estaba logrando ese efecto. Después, el contenido de las charlas puede generar alguna que otra inquietud en el público pero ya el hecho de hacerlo marcó un antes y después para mí.
La historia detrás de la foto con el embajador de USA
-En diciembre, una mañana estuviste en la Embajada de los Estados Unidos en Capital Federal. ¿Por qué razón?
-Fui seleccionado en un grupo de 100 chicos de todo el país, entre 1500 postulantes, para hacer una estancia de estudios en Estados Unidos de 7 semanas, a través de la comisión Fulbright. Se trata de un programa fundado por el senador James William Fulbright, después de las Segunda Guerra Mundial, que tenía como objetivo hacer intercambios estudiantiles o de docentes, o de profesionales, en todo el mundo con el fin de fomentar la paz tras el escenario devastador que quedó después de la Segunda Guerra Mundial.
Esa Comisión ha adquirido muchísima fama, a lo largo de los años, porque muchos presidentes, o personas relevantes públicamente, han sido becarios Fulbright. Todos los años se hace una convocatoria que se llama "Amigos de Fulbright", que convocan a estudiantes universitarios para llevarlos a Estados Unidos con todo pago para hacer estancia de estudios en universidad de allá.
Este año tuve el honor de haber quedado entre los 100 alumnos que vamos a viajar ahora, a mediados de enero. Somos dos estudiantes de Concordia que vamos, dentro de los 100 elegidos de todo el país.

-Tenés puesta la camiseta de Concordia y trataste, dentro de las limitaciones del caso, de dejar una impronta concordiense. ¿Incluso hasta el propio embajador recibió un obsequio?
-Como parte de todo el viaje que vamos a hacer, nos invitaron a los 100 becarios a desayunar a la residencia del embajador de Estados Unidos en Argentina, en el Palacio Bosch. Dentro de esa visita, yo le llevé un mate al embajador. Se lo di y quedó muy contento. Además, lo invité a visitar la ciudad y estaba muy feliz con la invitación. Fue una experiencia claramente memorable porque estar con el embajador de los Estados Unidos no es algo que se da todos los días.

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El de Concordia en el Palacio Bosch, entregándole un mate con la marca de Concordia al embajador estadounidense. Agrandar imagen
El de Concordia en el Palacio Bosch, entregándole un mate con la marca de Concordia al embajador estadounidense.
¿Los otros estudiantes de dónde provienen, qué estudian, qué perfil tienen para ser elegidos?
-Solamente se busca una especie de excelencia académica, de destacarse en la comunidad de origen, pero hay un panorama totalmente diverso en cuanto a la formación.

-Por lo tanto, no van a ir los 100 seleccionados al mismo sitio. ¿Estoy en la correcto?
-No. Son grupos de 10 estudiantes que irán a las diferentes universidades. Yo iré a la Universidad de Saint John en Nueva York. Después, hay otro grupo que irá a la Universidad de Massachuset, a donde irá el otro chico de Concordia; después hay un grupo de chicas que irá a una universidad de mujeres a la que fue, por ejemplo, Hillary Clinton y así sucesivamente.

-¿Estando en Estados Unidos, cuáles son las expectativas y cuál el plan de actividades?
-Vamos a vivir en el campus de la Universidad así que vamos a tener una experiencia universitaria de allá pura. Vamos a asistir a clases pero más que nada para tener un panorama porque no vamos a estar un semestre entero allá. Entonces, iremos de oyentes a clases de materias que a nosotros nos gusten y también vamos a tener un taller para mejorar las habilidades del inglés y aprender la cultura de Estados Unidos.
Dentro del itinerario, también tenemos incluidas visitas a otras ciudades como Boston, Philadelphia y Washington. Es re linda la experiencia que vamos a vivir y es algo que se vive una sola vez en la vida.

-¿Podrá trazarse algún puente entre la UNR y la de Saint John?
-La idea es fomentar un vínculo, post viaje, entre Estados Unidos y Argentina. O sea, como que nosotros vamos a ser embajadores de nuestro país allá. Nos explicaban que hay chicos, en Estados Unidos, que nunca salieron de su país y no conocen a nadie de Argentina. O sea, vamos a ser el primer argentino que conozcan. Es una labor importante.

-Avizorando un poquito el futuro: ¿te recibís y por dónde pasan las opciones laborales reales para un licenciado en Relaciones Internacionales?
-El campo de acción que tenemos es muy amplio porque, al no tener un lugar de acción específica que vos digas esto es para un licenciado en Relaciones Internacionales, es como que podés hacer muchas cosas. Te podés dedicar al periodismo, a la investigación, a los negocios, a la parte empresarial, entrar al servicio exterior de la Nación, trabajar en municipios. Hay una variedad de acción bastante amplia. Es, por un lado, muy bueno porque nadie sabe específicamente qué hacemos pero, a la vez, es también es muy difuso porque por ahí nadie busca a un licenciado en Relaciones Internacionales.

-Desde la mirada local, en las proyecciones de Concordia por su ubicación geografía, su aeropuerto internacional de cargas, su producción, el turismo, etcétera. ¿Ahí hay un campo de acción donde se abren perspectivas laborales interesantes para vos?
-Sí, no solo interesante para mí como persona sino también para el municipio como tal. Le abre puertas. Hay una noción, muy arraigada, de que cada vez que un municipio necesita algo tiene que recurrir a los niveles más altos en la jerarquía de Gobierno como para poder acceder a más recursos pero eso, hoy en día, no es tan así con este tema de la globalización. Una ciudad se puede abrir camino sola en el mundo, obviamente sin violar reglas pero se puede abrir caminos. El trabajo este con Salto es una clara muestra con ello.
Fuente: El Entre Ríos - Oíd Mortales Radio.

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