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El Instituto de Clima y Agua del INTA indicó que hasta mayo, en plena campaña de granos finos, las precipitaciones serán inferiores a lo normal en el NEA, Patagonia y Cuyo, mientras para Buenos Aires y NOA se prevén que sean superiores a lo esperado.

Mientras el norte país sufre los excesos de precipitaciones, en el centro y sur el déficit marca tendencia; es que, de acuerdo con los especialistas, el cambio climático llegó para quedarse, al igual que la incertidumbre y los grandes desafíos. Sigue la falta de precipitaciones en las principales regiones productivas del país y los cultivos de segunda son los más afectados, además del maíz sembrado en diciembre que transitan su período crítico, es decir la floración, sin la presencia de agua.

La soja afronta la peor sequía en una década, sin embargo los rindes no serán similares a la campaña 2008-2009 de 32 millones de toneladas que venía de dos ciclos La Niña.

Los pronósticos climáticos anticipan que en las próximas dos semanas no habrá registro de precipitaciones de importante cantidad de milímetros, que se están necesitando para mejorar la situación actual de los cultivos.

Sin embargo, en zonas de Buenos Aires que ahora sufren sequía, se prevén lluvias con acumulados trimestrales superiores a lo normal, al igual que en el centro del noroeste argentino.

Para el resto del país habrá cierta equidad en las posibilidades de ocurrencia de precipitaciones inferiores o superiores a lo normal o normales.
En este contexto, Carlos Di Bella, director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, subrayó "la importancia de adaptarse y aprender a convivir con la variabilidad climática".

Ante la gran incertidumbre que esto genera, el técnico recomendó que los productores estén en constante contacto con la información agroclimática disponible a partir de las numerosas herramientas. En referencia a las condiciones de las localidades del área agrícola, Di Bella especificó que "en la mayor parte, las condiciones de humedad del suelo se reportan como deficitarias, desde humedad regular hasta sequía".

Por ese motivo, un gran porcentaje de la superficie de maíz y de soja se encuentra en estado regular, que para el maíz cubre el 22 % sobre Buenos Aires y Córdoba, el 30 % en La Pampa y el 40 % en Entre Ríos y Santa Fe.

En cuanto al área de soja, en condición regular de humedad, se halla el 19% en Buenos Aires, el 35% en Entre Ríos, el 25% en Córdoba, el 31% en Santa Fe y el 40% en La Pampa: en la mayoría de las provincias, el cultivo transita el llenado granos o bien entra en madurez fisiológica.

"Las condiciones de estrés están, el déficit de agua existe y la previsión a corto y mediano plazo indica la continuidad de esta situación", señaló Di Bella, al tiempo que explicó que, debido al constante consumo de los cultivos y a la falta de reposición de agua útil en el suelo a raíz de las escasas lluvias, la situación se extendería.
Fuente: Análisis Digital

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