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Carla Belotti
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Sin muchos rodeos, la doctora Carla Belotti, directora técnica del Sanatorio Comepa de Paysandú, arriesgó un porcentaje del total de la población que más tarde o más temprano terminará infectada con el Covid 19. Su pronóstico impacta, aunque conviene sopesar el verdadero alcance de la cifra leyendo la interpretación que lleva a cabo la profesional.

“Puede estimarse que la epidemia de coronavirus que impacta en el Uruguay se podría extender por entre tres y cuatro meses, esto es por lo menos hasta fines del invierno. Obviamente, es una estimación porque es un virus emergente. No sabemos en realidad su comportamiento; sí se tiene como antecedente a China, que tras cuatro meses (comenzó el 1º de diciembre en la ciudad de Wuhan) la gente empieza a tener su vida relativamente normal”, aseguró la doctora Belotti. “Esto es lo que puede decirse tomando en cuenta los informes científicos que han ido surgiendo a partir de las medidas que diferentes países han estado tomando, a medida que el virus alcanzaba sus territorios. El problema es que este es un virus mutante, por lo que resulta difícil establecer con claridad en el caso concreto de Uruguay por cuánto tiempo estaremos sufriendo esta pandemia”, agregó.

“Entonces, si bien no es prudente dar una fecha precisa, podemos indicar que al menos durante cuatro meses este virus estará afectando al país, con un número de casos que crecerá exponencialmente”. Aseguró Belotti que “dada la contagiosidad del coronavirus, va a llegar un momento en que buena parte de la población habrá tenido contacto con el virus. En realidad, el 80% de la población del país será infectada por el coronavirus, en la gran mayoría leve o moderado, un cuadro similar a lo que sería una gripe, pero con dificultades respiratorias”.

“Como ya indiqué, al tratarse de un virus emergente, la población no tiene defensas por lo que al entrar en contacto con las personas va a producir una infección por la alta contagiosidad. Aunque el sistema de salud sabe eso, por lo que se lucha es por lograr que no todo el mundo se infecte a la vez; hay que mantener plana la curva para que los prestadores de salud y el país mismo no quede desbordado ni paralizado”, explicó.

En eso se basa la solicitud “de aislamiento voluntario, o nuestra consigna #mequedoencasa, sin tener síntomas porque es la forma de evitar que el virus no circule tan de prisa. Esas son las razones por las cuales el gobierno pidió el cierre de los shopping centers, de los mercados, para que no haya aglomeraciones. El virus se multiplica exponencialmente especialmente entre grupos mayores de 10 personas. Si hay alguien que tiene síntomas --o es asintomático pero ya tiene la infección-- rápidamente se disemina y rápidamente crecen de manera increíble la cantidad de infectados”.

El personal médico “trabaja en capas; es decir, no salimos todos los médicos a ver pacientes sino que hay grupos de médicos y enfermeros reservados para otras etapas. De hecho, nuestra propuesta es que se reduzcan los llamados para visitas médicas a domicilio. Que se reserven para cuando sean realmente importantes. Si crecen los llamados, los médicos no alcanzarán y atenderán además situaciones de escasa complejidad que pueden resolverse en casa. Hay que cuidar al personal de salud. Llegará la etapa en que empezarán los internados, lo mismo que los pacientes graves. Es por eso que insisto en la necesidad de cuidar el recurso humano de médicos, enfermeros y todo el personal de salud”.
Fuente: El Telégrafo

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