Los concurrentes pudieron aprender y aprehender cuáles son las técnicas de conservación que se emplean para preservar el patrimonio y recorrer la reserva técnica, donde se resguardan los objetos históricos.
Niños curiosos, jóvenes sorprendidos, padres y abuelos con anécdotas familiares, transforman cada visita en un placer de diálogos compartidos, donde las anécdotas se suceden.
El personal del museo y la asociación de amigos son parte de estos encuentros nocturnos para los cuales restan solamente dos domingos de esta temporada.