Tiene 33 años y estudió danzas clásicas con la profesora Noemí Zapata en la capital entrerriana. Según contó, viene de una familia de artistas: su madre, Adela Zapata, tiene una escuela de folclore. Hace 14 años que está en Buenos Aires y formó parte del ballet de Julio Bocca.
La artista paranaense brilló en el coliseo y cómo vivió esta experiencia única, que la potencia de cara a su presente y futuro laboral. Además, detalló cómo fueron los días previos de ensayo el momento en que supo que era la elegida.
La sorpresa y emoción, luego de la gala
Soledad repasó emocionada su paso por el escenario del teatro Colón, lugar en el que no se imaginaba que podría estar y mucho menos bailando con uno de los bailarines que admiraba desde pequeña.“Fue maravilloso todo”, indicó y contó: “Éramos alrededor de 80 bailarines en escena, pero fue una audición de 500 personas así que a medida que pasaban las partes de la audición me iba poniendo contenta porque no lo podía creer. Lo que me motivó fue subirme al escenario del Colón así que dije ‘me voy a bancar todo lo que venga’, porque era algo pendiente en mi carrera”.
Sobre la relación con Bocca, comentó: “Tengo una historia con julio, porque como todo bailarín lo veía desde chica, aprendía todas sus coreografías por tele. Cuando fui a Buenos Aires entré becada en la fundación, antes había audicionado y no había quedado, pero seguí intentando y en la útima audición que hizo antes de irse a Uruguay quedé. Se fue y después eligieron a 3 personas para ir a bailar a Washington y ahí nos cruzamos y después nunca más hasta esta gala”.
“En el ballet la intención fue hacer una danza de cada región, representar cada parte de la Argentina, de sur a norte. Hubo danza litoraleña, luego del centro hubo algo más urbano, carnavalito, chacarera y demás; intentamos hacer todo en 40 minutos”, describió en diálogo con el programa Arriba Entre Ríos.
Acerca de la preparación para la puesta en escena, explicó: “Empezamos entre fines de octubre y principios de noviembre a ensayar, fue aproximadamente un mes y medio de ensayos de lunes a viernes durante 6 horas cada día”.
De cara al futuro, la bailarina entrerriana quiere seguir avanzando. “De acá en más no se lo que se viene, pero supongo que será bueno porque Julio no bailaba más hace 11 años y además es difícil subir al escenario del Colón, es algo que no me imagibana así que lo que venga seguró será para disfrutar”, concluyó, con alegría.
