El vehículo era manejado por un hombre mayor de edad, quien eludió el montículo de tierra que advertía sobre el pozo y de inmediato dobló a la derecha para ingresar al garaje de su casa. Lo que no habría sido contemplado por el conductor fue la extensión de la rotura en el asfalto, por lo que la rueda delantera derecha terminó cayendo al pozo, dejando al vehículo en una insólita posición a casi 45°.
En el lugar se hizo presente personal de la Dirección de Tránsito del municipio y personal de Obras Sanitarias del Municipio para extender la señalización en el lugar de trabajo.