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Adriana, acompañada por su tía y su abuela.
Adriana, acompañada por su tía y su abuela.
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La hija del entrerriano Edgardo Garnier y de Violeta Ortolani visitó este sábado Concepción del Uruguay para brindar una charla, en la que dio cuenta del conflicto de identidad que significa ser hijo de desaparecidos.

"Durante dos años supe que era adoptada y no sabía dónde buscar, a quién me parecía, de donde venía y estuve buscando pero tampoco había nada para buscar. Sin saberlo, me fui preparando para todo esto que me iba a pasar. No lo esperaba, ni mucho menos", comenzó relatando Adriana Garnier, la nieta Nº 126 recuperada semanas atrás por Abuelas de Plaza de Mayo.

Convocada desde la Comisión de Memoria, Verdad y Justicia para dar una conferencia en la filial local de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), Adriana regresó por segunda vez a La Histórica, donde recuperó a parte de su familia, como su tía Silvia Garnier y su abuela Blanca Díaz de Garnier.

"Una nueva familia, una nueva vida. Mi tía dice que para ellos soy como una bebé de 40 años. Después de 40 años tenemos que arrancar de cero. Todo es muy fuerte", dijo Adriana Garnier Ortolani, hija de la pareja desaparecida en 1977.

En su paso por la ciudad entrerriana, fue recibida por el director de Derechos Humanos de Concepción del Uruguay, Darío Barón, y el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Matías Germano, quien viajó especialmente desde Paraná para participar de la actividad.

"Lo que le pasó a mis papás, no hay palabras. Cuando me refiero a los torturadores, les digo los infames, pero no hay palabras. Yo siento su dolor, su lucha y su amor. Por eso me emociono con sus historias", amplió durante la charla que brindó en Agmer ante un gran número de personas que asistieron para conocerla, saludarla y escuchar su experiencia.

En la charla también estuvo José Schulman, secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, y actuó la murga local "Puntuales pa' la tardanza".
Fuente: Diario La Calle

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