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El argentino está en su primera temporada en el Betis de España. El club andaluz le compró el pase a Atlético Rafaela y en este momento no es el portero titular del equipo que dirige Gabriel Calderón, que está casi condenado a descender a Segunda División.

El arquero fue consultado por la violencia que se advierte en el fútbol argentino, al punto que los hinchas visitantes están prohibidos. Sara fue muy contundente al describir la situación.

"Es una lástima. Como argentino duele mucho. Hace diez años se hablaba de nuestro fútbol y se hablaba de pasión. Hoy esa pasión se malinterpretó y se llevó a un nivel de violencia que lastima a todos y más que nada a la familia que quiere ir al fútbol”, reflexionó.

Mencionó que “los problemas son muchos: políticos y económicos. Hoy en día, en algunos clubes hay mafias que manejan hasta las directivas de los clubes y hasta llegan a apoderarse de los pases de los jugadores”.

“De esa forma, te podés imaginar lo que quieras. Es muy difícil erradicarlo y no sé si se hace todo lo que se debe. Ojalá que en algún momento las cosas vuelvan a ser lo que eran diez o quince años atrás. El fútbol argentino no debe morirse", declaró en radio Giralda, de Sevilla.

"Esto se va a solucionar cuando los dirigentes hagan las cosas que tienen que hacer. Pero la Justicia y el gobierno tienen que ayudar. Debe haber una unión de varios sectores para cambiar las cosas. Esto no se cambia sacando a dos personas de una tribuna, se cambia tratando el problema de raíz. Y es mucho más profundo de lo que se puede ver", terminó diciendo.
Fuente: Diario Olé.

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