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Raúl Prim
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El Día Mundial de la Diabetes sirve para generar en todo el mundo mayor conciencia del problema que supone la diabetes, del vertiginoso aumento por doquier de las tasas de morbilidad y de la forma de evitar la enfermedad en la mayoría de los casos.

Instituido por iniciativa de la Federación Internacional de la Diabetes y la OMS, se celebra el 14 de noviembre para conmemorar el aniversario del nacimiento de Frederick Banting, quien, junto con Charles Best, tuvo un papel determinante en el descubrimiento en 1922 de la insulina.

La diabetes es una grave enfermedad crónica que se desencadena cuando el páncreas no produce suficiente insulina (una hormona que regula el nivel de azúcar, o glucosa, en la sangre), o cuando el organismo no puede utilizar con eficacia la insulina que produce.

La prevalencia de la diabetes ha aumentado con mayor rapidez en los países de ingresos medianos y bajos.

La diabetes es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.

Aproximadamente la mitad de las muertes atribuibles a la hiperglucemia tienen lugar antes de los 70 años de edad. Según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.

La dieta saludable, la actividad física regular, el mantenimiento de un peso corporal normal y la evitación del consumo de tabaco previenen la diabetes de tipo 2 o retrasan su aparición.

Se puede tratar la diabetes y evitar o retrasar sus consecuencias con dieta, actividad física, medicación y exámenes periódicos para detectar y tratar sus complicaciones.

El Consejo Argentino de Oftalmología realizará este viernes la Campaña Nacional de Prevención de Ceguera por Diabetes que organiza. Médicos oftalmólogos de todo el país atenderán durante ese día a pacientes diabéticos en forma gratuita para detectar posibles cuadros de retinopatía diabética, una enfermedad nociva para la salud visual que puede ser causal de ceguera. La campaña se realizará en distintos centros oftalmológicos públicos.

Diario El Entre Ríos conversó con el Dr. Raúl Prim, M.P 6432, Médico Oftalmólogo de la ciudad de Colon. Es socio de la Sociedad Argentina de Oftalmología, de la Asociación Panamericana de Oftalmología y Miembro de ALACCSA (Asociación Latinoamericana de cirujanos de cornea y segmento anterior). Desde el año 1999, forma parte de esta campaña.

-¿Qué es la retinopatía diabética?

-Es una complicación de la diabetes causada por el deterioro de las arterias y venas que irrigan la retina, una capa de nervios que recubre al ojo por dentro y cuya función es percibir la luz e imágenes que llegarán al cerebro. El daño en los vasos sanguíneos puede disminuir la visión o distorsionar las imágenes que la retina envía al cerebro, haciendo que estos filtren fluido o sangre y que se formen nuevos vasos frágiles e irregulares y tejidos fibrosos. En ocasiones, el liquido exudativo se deposita en la mácula (zona central de la retina que permite que seamos capaces de ver detalles como letras y números). A este problema se le denomina edema (hinchazón) macular. La lectura o el desempeño de labores delicadas pueden tornarse difíciles debido a esta complicación. La retinopatía proliferativa se presenta cuando comienzan a crecer nuevos vasos sanguíneos anormales en la superficie de la retina. Estos vasos son formados por nuestro organismo en un esfuerzo por enviar oxigeno a una zona que no recibe la cantidad necesaria debido al daño sufrido en los vasos originales, lo que se conoce como neovascularización. Los nuevos vasos sanguíneos tienen paredes más débiles y se rompen y sangran con más facilidad.

El humor vítreo es una gelatina transparente que tiene el globo ocular. La sangre proveniente de los vasos sanguíneos dañados puede opacar el humor vítreo y bloquear parcialmente la luz que pasa a través de la pupila hacia la retina, produciendo imágenes borrosas y distorsionadas.

Los vasos sanguíneos anormales posibilitan el desarrollo de tejidos fibrosos que pueden separar la retina de la pared del ojo, produciendo un desprendimiento de la retina. Si no es tratado adecuadamente, puede causar una severa pérdida de la visión.

Los vasos anormales también pueden desarrollarse alrededor de la pupila (en el iris), ocasionando glaucoma severo, al provocar un aumento en la presión del ojo. La retinopatía proliferante constituye la más grave enfermedad del ojo relacionada con la diabetes.

- ¿Es posible su prevención?

-La mejor protección contra la retinopatía diabética es su detección a tiempo por parte de un oftalmólogo. Para ello es importantísimo realizar exámenes periódicos de la vista. La retinopatía grave puede estar presente aun si no se sufre síntoma alguno.

El oftalmólogo examina el fondo de ojo, (la retina, la mácula y el nervio óptico), generalmente con la dilatación de las pupilas, aplicando gotas. Es un proceso rápido e indoloro. Si se comprueba la presencia de retinopatía diabética, se pueden efectuar otros estudios para determinar si requiere tratamiento.

-¿Hay algún síntoma al que podamos estar alertas?

-Generalmente no presenta síntomas hasta que ya está muy avanzada. Los riesgos de desarrollarla aumentan con el avance de la enfermedad y con el mal control de la glucemia.

Por eso es fundamental que el paciente diabético asista al oftalmólogo al menos una vez por año.

Si se produce edema macular muy tempranamente, se puede notar, porque la visión se va tornando borrosa.

Si se presentan hemorragias, la vista se puede tornar borrosa, también con manchas, e incluso puede perderse totalmente. Aunque no se acompaña de dolor,l a retinopatía proliferativa es una complicación grave de la diabetes y requiere atención oftalmológica inmediata. El embarazo y la presión arterial elevada suelen agravarla.

-¿Se conocen estadísticas sobre la incidencia de esta enfermedad?

-La diabetes es la segunda causa de ceguera en los países industrializados, y la principal en personas de 25 a 74 años. En la Argentina hay alrededor de 1.500.000 diabéticos (entre el 4 y 5% de la población), de los cuales la mitad ignora que padece esta enfermedad. Casi todos ellos desarrollarán algún grado de retinopatía diabética a lo largo de su vida.

Desde el año 2001 se han realizado 7525 consultas de pacientes diabéticos en forma gratuita. El 40% presentaba lesiones de Retinopatía Diabética y el 9% mostraba formas avanzadas de la enfermedad los cuales fueron derivados para su tratamiento correspondiente. Los pacientes que presentaban ceguera por diabetes eran del 1%.

Es necesario informar a la población de pacientes afectados por esta enfermedad sobre la necesidad de realizar controles oftalmológicos con examen del fondo de ojo al menos 1 vez por año.

La detección precoz de la enfermedad ocular permite realizar el tratamiento indicado y disminuir el porcentaje de pacientes que llegan a la ceguera por Retinopatía Diabética.

Si el control del nivel de azúcar es estricto, puede evitarse el 90% de las retinopatías severas.

Si a esto se agrega un buen control oftalmológico, puede evitarse más del 95% de los casos de ceguera.

-¿Cómo resultó la campaña 2015?

-Se examinaron 2282 pacientes. Se detectaron 2,8% de ciegos por diabetes, 8,2 % con edema macular y 25,6 % tenían otra patología ocular preexistente. El 30,8% de los examinados tenían algún tipo de retinopatía diabética. Estos parámetros han empeorado con respecto a la campaña 2014.

La campaña es gratuita. En el consultorio del Dr. Raul Prim, se desarrollará de 8:30 a 13. Por dudas o consultas, llamar al teléfono (03447) 422130.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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