"Se ha naturalizado el crimen que ocurre dentro de estos lugares. Son todos asesinos silenciosos porque saben lo que pasa y nadie hace nada", enfatizó.
Afirmó también que "hay que eliminar esos centros porque lo que hacen no es honrar a Dios" y los comparó "con un régimen militar donde se producen malos tratos y con un sistema hipócrita y perverso".
"Es tortura psicológica porque hasta te auto convencen para que calles", remarcó. Dijo haber hablado con muchos "obispos y sacerdotes que nunca hicieron nada" y admitió estar "ofendida con el Papa Francisco porque él sabe de estas situaciones y no hace nada".