Desde las entidades del campo decimos ante esto que a los que les costó y les sigue costando sangre, sudor y lágrima es a los productores agropecuarios de todo el país, ya que las medidas lanzadas por el gobierno nacional durante el conflicto -muchas caprichosas y revanchistas- fueron peores porque destruyeron los mercados, generando más distorsiones y perjudicando al sector.
Por todo lo dicho, nosotros decimos que la Presidenta de la Nación es la única responsable de las decisiones arbitrarias contra uno de los sectores más importantes para la economía del país.