Valoró que la imputación e indagatoria "es la medida que corresponde" y consideró que la presentación que realizó Urribarri "es una suerte de estrategia de apuro, de último momento, de muy mala factura técnica y comunicacional". "Lo que hizo fue querer simular o aparentar ante la gente que va a presentarse por motu propio y no por una exigencia judicial, cuando en realidad va porque la Justicia se lo exige y no le queda otra" ya que "si no va lo podrían llegar a compulsar por la fuerza pública, excepto por sus fueros".
En ese marco, ironizó que "en esta suerte de impulso que tomó el ex gobernador de presentarse en las causas, bien podría hacerlo en la causa donde Mulet lo tiene querellado por calumnias e injurias" y reiteró que "fue una estrategia a las apuradas y de cuarta. No es una actitud patriótica, ni cívica ni republicana del ex gobernador".
Consultado por el monto que se destinó para la organización de la Cumbre, el abogado dijo que "es una incógnita" y analizó: "en administraciones tan opacas como la de Urribarri, que estuvo en el pináculo y ocupó el primer lugar en opacidad, irregularidades y secretismo, es bastante difícil determinarlo".
De todos modos, indicó que "algunos hablan de 100 millones de pesos pero podría ser más" y apuntó que "lo grave de todo esto, del contrato con Nelly Entertaiment y de ese ridículo parador en la playa marplatense, es que todas fueron acciones direccionadas ostensiblemente a propiciar la precandidatura a Presidente del ex gobernador bajo el lema el sueño entrerriano".
A modo de ejemplo, mencionó que "de los cuatro spot de publicidad, uno refiere a la seguridad, otro a la instalación de un laboratorio cerca de Paraná y otro vinculado a la instalación de empresas, pero absolutamente ninguno decía media palabra de la cuestión del Mercosur o de la reunión de Presidentes. Eran lisa y llanamente una exaltación del gobernador Urribarri, ni siquiera del gobierno, como tampoco tuvo nada de promoción turística ese parador en la playa".
Por ello afirmó que "está bien calificado el delito como peculado en la causa porque es una forma de distraer dineros públicos en beneficio de una actividad o capricho particular de ser candidato".
En este punto, dijo también que "fueron vergonzosos los negocios direccionados a los amigos del gobierno provincial y nacional, fomentando el capitalismo de amigos, como el caso de la empresa de Marizza, Szczech, Cemic o Nelly Entertaiment; donde no por casualidad el socio era Julio De Vido, aunque ahora Jorge 'Corcho' Rodríguez ahora diga que no".
Al respecto, reflexionó: "Todo esto nos convence de que se tiene que llegar a una única conclusión: que se distrajeron y trasladaron a bolsillos particulares, favoreciendo a amigos, direccionado siempre para una campaña presidencial dineros que eran de la salud, de la educación, de la seguridad de los entrerrianos", de modo que "nos costó millones de dólares esta historia que se llamó el sueño entrerriano".
En relación con la responsabilidad que le cabría a los legisladores, Pagliotto afirmó que "en esa época la Legislatura fue una escribanía del gobierno lisa y llanamente, salvo honrosísimas excepciones como podrían ser los diputados Jorge Monge, Luis Viale y Ema Bargagna, los demás legisladores de la oposición eran embaucados en esa vorágine que les imponía la mayoría del Frente para la Victoria y votaban a mano alzada, acríticamente y sin hacerse ninguna preguntas por ningún detalles".
En ese marco, señaló que "se llenó de papeles a la Legislatura y esa comisión operativa prácticamente capitaneada por Marizza, Urribarri y De Vido hacían y deshacían" y ejemplificó que "se compraron fenólicos (madera utilizada en obras) muy usados y se pagaron como si fueran nuevos y eso fue una orden de De Vido apuntando a qué empresa había que comprarlo".
Al respecto, cuestionó que "se hicieron gastos siderales, se inventaron cifras y hay cantidad de proveedores que admiten que hubo sobreprecios y que todos pedían retornos; fue un aquelarre, un festival de corrupción y corruptela bajo el ropaje de una actividad de importancia sobre la cual nadie podía manifestarse en desacuerdo".
En resumen, opinó que a los legisladores "les cabe una responsabilidad política y habría que ver exactamente quienes en ese momento estaban en la Legislatura y qué rol le cupo a cada uno o de qué forma votó cada uno. Porque siempre se carga las tintas en quienes fueron oficialismo en determinada coyuntura histórica, pero la oposición también existe y hay muchos que fueron y son absolutamente funcionales".
Para concluir, reveló que "hubo escandalosos nombramientos y ascensos en los últimos días antes de que Urribarri deje el gobierno, y todos esos nombramientos contaron con la aquiescencia, por acción u omisión, de Fuad Sosa, secretario general del gremio de empleados legislativos, y que en ese momento era presidente de la Unión Cívica Radical".
"Me dicen que Fuad Sosa ha sido funcional y esa funcionalidad no es gratis, sino que alguna tajada saca quien deja que los otros hagan a gusto y placer. Ha sido el legislador que menos colaboración ha prestado y que instaba a sus pares a desalentar las investigaciones que llevábamos adelante con Mulet porque no eran funcionales a una convivencia que asegurara la gobernabilidad entre oposición y oficialismo. Cuando dicen gobernabilidad dicen más contratos en la Legislatura", concluyó.
