Aportó, en vivo en Oíd Mortales Radio, que "todo comenzó cuando había concurrido al lugar un vecino conocido en el ámbito delictivo, que fue hasta allí a patear la casilla y amenazar al funcionario. El policía se defendió con golpes de puño, y al hacerlo todo el barrio salió en defensa del agresor y comenzaron los disturbios".
A pesar de la gran agresión, "el funcionario quedó con algunas heridas en su mano y en la cara, pero de carácter leves. Cuando los refuerzos concurrieron al lugar tuvieron que abrir fuego con balas de goma para desbaratar el disturbio, y lograron detener a tres personas, entre ellas el que había iniciado el disturbio".
Schierlöh comentó con cierto pesar que "ya retiramos la garita para poder arreglarla y calmar los ánimos, pero seguimos con las patrullas en la zona. Por el momento no habrá más casilla policial, pero seguramente los vecinos van a pedir que vuelva". Y con respecto a la frecuencia de este tipo de agresiones, aclaró que "esto se da con cierta frecuencia, pero no con un índice de violencia tan grande como lo sucedido el viernes".
Cerró opinando sobre la influencia de este hecho: "lo sucedido ayer no va a aportar nada en la creación de una nueva jurisdicción, aunque igualmente la creación de la comisaría décima esta bastante avanzada en los papeles. De hecho, esperamos que para el año que viene esté lista".