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Cecilia Goyeneche, procuradora general adjunta del Superior Tribunal de Justicia (STJ), afirmó que la práctica de torturas en el convento de Carmelitas Descalzas de Nogoyá, denunciadas públicamente en una investigación periodística de revista "Análisis", "se empezó a probar a través de muchos elementos, algunos de prueba directa y otros indiciarios".

Así fue que consideró que "es una causa que va a prosperar" y confirmó que "esta semana se tomará indagatoria" a la madre superiora, que está imputada por el delito de "privación ilegítima e la libertad agravada por violencia" y manifestó que "la preocupación es por la situación de otras posibles víctimas". Aclaró, también, que "es realmente absurdo" y "no tiene ningún tipo de asidero" plantear que el convento es jurisdicción de la Santa Sede y está exento de la justicia. "Me sorprende que haya gente que crea que está ajena al sistema de Justicia argentino", admitió.

"Primero que nada son ciudadanos argentinos y en territorio argentino deben responder a los deberes que les imponen las leyes argentinas; por ende están sometidas a la jurisdicción de la Justicia", sentenció.

Explicó, consultada sobre los votos de silencio y obediencia que tienen las monjas y que podrían incidir al momento de declarar ante la justicia, que "cuando son testigos no hay voto que incida; porque primero tienen el deber de declarar con la verdad y luego vienen los deberes religiosos".

Reiteró, entonces, que "primero son ciudadanos argentinos y esto impone deberes, entre ellos la carga procesal de ser testigo y decir la verdad. No pueden replicar que tienen un voto de silencio si son llamadas a prestar declaración testimonial", aseveró.
Fuente: Análisis Digital.

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