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Ramón de la Cruz Ortiz es el único imputado por la muerte violenta que sufrió, en la mañana del 10 de julio, su esposa Susana Villarruel, en calle Irazusta al Sur y el puente sobre el Arroyo El Cura. Ortiz afronta una de las acusaciones más graves del Código Penal: homicidio triplemente calificado por el vínculo, la alevosía y por mediar violencia de género y cuya expectativa de pena es la prisión perpetua.

En el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy, ayer se cumplió con la audiencia de recepción de pruebas y este viernes serán los alegatos de clausura por parte del Ministerio Público Fiscal integrado por el doctor Martín Gil (quien llevó adelante la Investigación Penal Preparatoria) y Lisandro Béhéran en su carácter de fiscal general coordinador; y el defensor oficial Martín Clappier.

Luego, el Tribunal integrado por los doctores Mauricio Derudi (que lo preside) y Arturo Exequiel Dumón y Guillermo Biré pasará a un cuarto intermedio, para establecer su adelanto de veredicto y fijar la fecha de la lectura de la sentencia.

En la audiencia de este jueves declararon testigos de diferentes procedimientos y actas, que fueron convocados por la defensa. El testimonio más extenso fue el de una licenciada en Trabajo Social, quien aclaró que lo entrevistó para hacer un relato de su historia basado en tres esferas de la vida de una persona: el tiempo libre, el trabajo y la familia.

Que de ese relato surge que tuvo una vida de violencia y de pobreza estructural; que vivió en situación de calle y que consume drogas desde los doce años. El consumo de drogas fue lo permanente o lo único que sostuvo en el tiempo. También aclaró que ese relato no fue corroborado por otras personas allegadas a Ortiz ni tampoco indagó sobre la agresión que su madre denunció que le provocó en enero pasado y recalcó que con Susana había logrado estabilidad: hogar, familia, estar reunidos con los hijos y eventualmente trabajar.

Pero la nota relevante fue que Ortiz declaró, aunque expresó que no iba a responder preguntas.

Más dudas que certezas


Ortiz inició su declaración recordando que el 8 de julio había sido su cumpleaños y que lo había celebrado junto a su cuñado Maximiliano Villarruel (hermano de Susana) y que al otro día acordó con ella pasarla a buscar para realizar algunos trámites.

También aclaró que era habitual que él acompañara a Susana hasta la parada de colectivos cuando llovía (como ese 10 de julio), que le había dado 300 pesos y de paso le pidió la libreta familiar para realizar el trámite de divorcio.

"Yo no la maté", sostuvo y reiteró que la dejó en la parada del colectivo, sola. "No había nadie", dijo.

Con respecto a la tarjeta de cobro del banco, dado que aparece dos horas después de la muerte de Susana, extrayendo dinero de la cuenta para la Asignación Universal por Hijos del cajero del banco Galicia, lo justificó al sostener que eran trámites habituales que hacían y que en esa oportunidad, ella le había encargado que le comprara una piedras amatistas para un curso de Reiki que estaba terminando.

No obstante, no aclaró si compró o no esas piedras, qué pasó con ese encargo ni con los 900 pesos que extrajo esa mañana, dos horas más tarde de la hora de muerte de Susana. Luego sostuvo que recibió en su celular un mensaje de la víctima y que eso fue lo último que supo de ella.

Señaló a manera de crítica que desde que está bajo prisión preventiva no le dejan ver a sus hijos y "que todo esto es una locura? no entiendo lo que está pasando", recalcó.

Por último, expresó que un policía le había aconsejado que se vaya de la ciudad antes de su inminente detención, que no quiso hacerlo y que colaboró con la investigación. Dijo que es inocente, aunque "la gente habla y comenta" y enfatizó: "Mi condena es social".

Hoy serán los alegatos de clausura. La defensa intentará probar –como lo expresó en la apertura del juicio- que Ortiz fue ajeno a los hechos que se le imputan y que las pruebas no son suficientes para establecer una condena. Mientras que para el Ministerio Público Fiscal no hay dudas que Ortiz es el autor material del homicidio de Susana y lo encuadra bajo la figura de un homicidio triplemente calificado por la alevosía, el vínculo y por mediar violencia de género. Por eso solicitará prisión perpetua.

El Tribunal anunciará hoy la fecha del adelanto de veredicto y cuándo será la lectura de la sentencia.
Fuente: Diario El Argentino

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