“Hace tiempo que los usuarios de energía en Entre Ríos venimos señalando que lo que se paga no es equitativo ni justo”, comenzaron diciendo.
Y explicaron: “Por un lado, en otras jurisdicciones se paga menos. Contrariamente, la energía que producimos no cuesta nada y la que recompramos vale fortunas”.
“Hace años venimos sosteniendo que la energía que pagaba el usuario pasaba por varias manos, que eran las que sostenían que era lo que había que pagar por mantener la prestación. Era necesario que nos atravesara la situación para reaccionar. Llegar a un aumento de energía tanto minorista como mayorista, en medio de la habitual temperatura veraniega, azotados por la ola de calor”, destacaron.
“En ello, se ratifica una y otra vez que Entre Ríos no tiene trato equitativo ni justo en el concierto de provincias. Recibe todas las cargas de precios, impuestos y tasas, pero no el precio de la energía que produce, orientado al menor costo de facturación. Entre Ríos, irónicamente, no es considerada provincia de temperatura alta por la legislación nacional, que redistribuye los beneficios en forma desigual”.
“Hoy, ya hemos reaccionado. No naturalizamos la idea que haya que pagar lo que sea para sostener el sistema. Ahora muchos, afortunadamente también los legisladores, sostenemos que la energía no tiene un precio adecuado. Que está cargado con enormes tributos nacionales, provinciales y municipales. Pero sobre todo, es pagada a precios irrisorios en la represa y revendida a precios enormes a las distribuidoras. Ya no naturalizamos aquella frase, de pagar lo que se consume, como una determinación del destino. Ahora decimos que hay que mirar si lo que consumimos tiene un precio razonable o es un costo que sostiene estructuras inexplicables”, concluyeron.
