Además de las joyas de oro, detectó la faltante de dinero en efectivo. Para hacerse de ello, presuntamente los delincuentes no habían forzado ninguna puerta ni ventana de la propiedad.
La investigación iniciada derivó en un procedimiento llevado a cabo en una propiedad de Ferrari y González, donde personal de la Sección Robos y Hurtos de Policía Departamental Colón procedió al secuestro de alhajas y un par de zapatillas de cuero deportivas.
Los elementos fueron entregados de manera voluntaria por una mujer, que manifestó que se los había entregado su hermano, de 27 años de edad.
La fiscal Micaela Di Pretoro ordenó la devolución de los objetos robados a su propietaria, quedando el sospechoso supeditado a la causa iniciada por hurto.