“Repudiamos todos los hechos de violencia por los que debe atravesar cada trabajador de la salud, los que muchas veces sienten poco valorada su labor, que con tanto compromiso llevan adelante día a día con cada paciente”, se transcribe.
Asimismo, se afirma que el personal “necesita seguridad para poder desarrollar sus tareas de manera óptima, sin recelos… trabajando por el bienestar de aquellos que transiten por el nosocomio. Sabemos que actualmente la sociedad se encuentra atravesando momentos difíciles que llevan a derivar en reacciones muchas veces desafortunadas, pero ¿llegar a la violencia?”
En nombre de la planta de personal del hospital, “apoyamos la decisión tomada por el doctor Guimaraens, comprendemos la situación por la cual atraviesa y agradecemos los años de labor prestados al servicio de nuestro hospital y de nuestra sociedad. Nosotros no elegimos que se fuera, nosotros perdimos un gran profesional y compañero”.
Una noche de furia
El violento episodio ocurrió cerca de la medianoche del sábado 1º de septiembre, cuando un hombre de 41 años se presentó reclamando una documentación para derivar a su madre -que había concurrido a la guardia horas antes- a la Cooperativa Médica de Concepción del Uruguay, a raíz de un problema de presión.Al explicarle el médico de turno que un traslado no era necesario para la paciente, fue agredido físicamente en forma abrupta y amenazado verbalmente por este individuo que se encontraba fuera de sí.
En medio de las agresiones, provocó la rotura de un vidrio de la puerta del hospital y se alejó del lugar, motivando una denuncia penal por parte del médico afectado y la identificación del agresor, quien quedó imputado por amenazas, lesiones y daños a bienes del Estado.
