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Foto: Facebook de Guillermo Treboux.
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Postales que se repiten cada verano, producto de la falta de información y en ocasiones el desinterés por recibirla. Algunos visitantes a las islas asumen conductas que perjudican la reproducción de las aves playeras, por eso cuando las imágenes se viralizan es buen momento para reforzar algunos conceptos, no solo sobre lo que debemos hacer (o evitar), sino las razones por las que son importantes estos cuidados verdaderamente simples y que de ningún modo impiden disfrutar del lugar. Al respecto, El Entre Ríos entrevistó a Guillermo Treboux, integrante de Ceydas (Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres).

-¿Cuál es actualmente la situación de las aves que habitan los Bancos del Caraballo?

-Hace cuatro años que venimos monitoreando Bancos del Caraballo. Ahora lo estamos haciendo de forma más intensiva para ver cómo se desarrolla la colonia y tratar de estimar cuál será el resultado. Este año ha sido un desastre en cuanto a la destrucción de nidos y muerte de pichones por el accionar de personas, y la intermitencia del río que sube y baja constantemente. Los números del éxito reproductivo de las aves que utilizan ese sitio, es muy bajo. Hasta estos días hemos hecho un seguimiento sistemático de 38 nidos elegidos al azar dentro de las colonias pertenecientes a cuatro especies distintas (cholitos, atis, rayadores y gaviotines) y solo uno tuvo éxito. Existe la depredación natural por parte de chimangos, caranchos y aves rapaces, pero el problema está cuando entran los perros y la presencia de gente que los manipula, cambia los huevos de sitio, los rompe, los ponen todos juntos en un lugar, y todo esto hace que esa nidada se pierda. También hay quienes se llevan los huevos de recuerdo o que levantan los pichones para sacarse una foto, lo cual a veces hace que enfermen o sus padres los abandones.

A todo esto hay que sumar la creciente. Cuando el río está por encima de los tres metros, sabemos que el sitio de nidificación está complicado. Nosotros realizamos un monitoreo de la altura del río a partir de que se registra la primera presencia de rayadores, que este año fue el 21 de agosto, aunque a principios de diciembre llega el grueso (hablamos de unos 50 ó 60). Cuando el banco es más chico, hay mayor probabilidad de encuentro entre personas y animales. En la temporada 2016-17 y parte de 2018, registramos 87 rayadores, mientras que este año estamos en un promedio de 27. Estas tablas poblacionales nosotros las cruzamos con la escala del río. De acuerdo a la lectura que ellos hacen de las condiciones ambientales, emigran a otros sitios.

A partir del casi nulo éxito reproductivo de los nidos monitoreados, decidimos empezar a hacer directamente un recuento de individuos. En el último monitoreo vimos que de las alrededor de 60 parejas de atis en el Banco del Caraballo -todas con sus nidos, en los que ponen entre tres y cuatro huevos por nido- hasta ahora hemos registrado solo doce pichones, el resto es todo pérdida por la falta de control en el área.

-Con tantos escollos, ¿vamos rumbo a que algunas especies se extingan? ¿O el riesgo es que elijan otro lugar y las perdamos?

-Naturalistas, aficionados, fotógrafos y biólogos de otros lugares se comunican con nosotros interesados en ir al lugar. Se le debería dar un mejor marco de protección y utilizarlo como un recurso, ya que comienza a haber un turismo que demanda este tipo de cosas. Pero un turismo de esta clase no lo podemos llevar a ese escenario, que prácticamente es un escándalo. Lo vemos con cierta pena, porque hay un recurso valiosísimo y lo estamos perdiendo.

Según la bibliografía de estas especies en el río Uruguay, se nota una disminución importante en las poblaciones de estas especies. Si bien ninguna de las cuatro sobre las que trabajamos está en riesgo de extinción, una publicación una universidad norteamericana de octubre de 2018, señala que existe una considerable disminución de rayadores. Pudimos establecer que estas aves, cuando abandonan un sitio, no vuelven. Hace muchos años estas colonias se veían en las islas San Francisco, Hornos, Caridad y otras, pero ya no están más.

-¿En esas islas qué pasó? ¿Algo similar a lo que está pasando en el Caraballo?

-Por presencia humana han abandonado esos lugares como potenciales sitios de reproducción.

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Una cancha de tejo invade el lugar de anidación (Foto: Alfredo Ernst). Agrandar imagen
Una cancha de tejo invade el lugar de anidación (Foto: Alfredo Ernst).
-¿Qué se puede hacer?

-Estamos tratando de desarrollar alguna herramienta que permita influenciar positivamente para mejorar la relación de los humanos con estas aves en su momento más importante, como es la reproducción. Este año pudimos recopilar información sobre el ambiente circundante a los nidos, hay indicios de una posible herramienta, pero no sé si nosotros lo podremos implementar. La idea es analizarla para el año próximo.

Le pedimos a la gente que tenga más cuidado en su proceder. Ante todo no llevar perros, no dejar basura, tratar de no circular por el espacio donde se concentran las aves y no meterse en la colonia, que está en un lugar determinado, después tenemos todo el banco para nosotros.

-¿Qué respuesta hay desde los organismos estatales competentes, frente a los planteos que me imagino deben recibir?

-Desde los organismos estatales no se ha hecho nada, lo poco que se hace es desde los medios de comunicación y los vecinos que se agrupan por interés. Hasta ahora no tenemos respuesta por parte del Estado para dar protección, ya sea en Varillal que pertenece a Uruguay o en los Bancos del Caraballo que es reserva provincial desde 2010 y forma parte del sitio Ramsar. No hay acciones de ordenamiento y conservación pese a la ley de Áreas Naturales de la Provincia de Entre Ríos, la Ley de Caza de la provincia (Nº 4841) que habla de los sitios de nidificación de las especies, y leyes nacionales que protegen a los animales silvestres.

Cuando les hacemos consultas suelen responder, aunque no de la forma que esperamos que es con acciones concretas. Escuchan, reciben consultas, pero no hacen nada.

-¿Cuáles son los organismos que deberían hacerse cargo de ejercer controles y aplicar las sanciones que sean necesarias?

-La autoridad de aplicación de la Ley de Áreas Naturales protegidas es Medio Ambiente, pero hay una confluencia de distintas legislaciones, porque hay un pequeño territorio provincial, de superficie variable, rodeado de jurisdicción nacional como es el río Uruguay. Esto hace que a veces los organismos no se pongan de acuerdo sobre dónde es competencia de uno u otro.

Bancos del Caraballo forma parte del sitio Ramsar, una denominación internacional cuyos organismos co-administradores son Parque Nacional El Palmar y Medio Ambiente de la provincia, por lo que Parques también tendría injerencia. Este sitio se creó para darle entidad a los Bancos de Caraballo por ser sitio de reproducción de aves playeras, de hecho tienen como logo al rayador volando.

-Si alguno de los visitantes detecta alguna conducta que perjudica a las aves ¿Con quién debería comunicarse?

-Con la Policía, más específicamente a la Policía Rural que es quien fiscaliza y se encarga de los controles respecto a la fauna silvestre, o con Prefectura.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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