"Falta grave en el desempeño de sus funciones"
Son investigadas por estar presuntamente incursas en las causales de cesantías previstas en el artículo 71° inciso C) de la Ley N° 9755, del Marco Regulatorio del Empleado Público en la provincia, en "virtud de la falta grave en el desempeño de sus funciones por inobservancia de las obligaciones inherentes en su cargo según lo dispuesto por los artículos 61°, incisos a), b) y f); 62°, inciso h), j) y k) de la referida norma legal".
El artículo 2° señala que el decreto es rubricado por la ministra de Salud de Entre Ríos, Sonia Velázquez. En tanto que el artículo 3° refiere que se hagan las comunicaciones pertinentes a la Dirección de Sumarios, dependiente de la Fiscalía de Estado.
Video viralizado
El caso tomó estado público a mediados de junio cuando el video de los pacientes comenzó a circular en las redes sociales. La situación llegó a oídos de la ministra de Salud quien inmediatamente le ordenó al director del Hospital Raúl Camino, Mauricio Rubén Díaz, que iniciara las actuaciones legales pertinentes y que diese traslado de la denuncia a la asesoría legal del Ministerio, a cargo del abogado Germán Coronel.
Cuando el video llegó a la prensa y el escándalo se amplificó, la ministra Velázquez emitió un comunicado en el que indicó que lo sucedido "vulnera el tratamiento previsto en el nuevo paradigma que se sostiene en la Ley de Salud Mental Nº 26.657 que considera a los usuarios de los servicios de salud mental como sujetos de derecho donde todas las garantías de tal condición deben resguardarse. Los pacientes bajo ninguna circunstancia pueden ser objetos de burla como así tampoco pueden ser sometidos a situaciones degradantes".
En esa declaración oficial dejó en claro que las presuntamente involucradas "serían dos enfermeras y una agente afectada al depósito del hospital, y según el informe no se encontraban en el lugar donde cumplen funciones y tampoco usufructuando el horario de refrigerio permitido. En ambos casos, los pacientes afectados sufren de esquizofrenia y delata, en un hecho asumido como diáfano y humorístico por las responsables, un desprecio descomunal por los derechos humanos".