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Una oficina con un escritorio y un cartel que dice “Aduana”, un muelle de yates desplazando costa y médanos, un helipuerto, un barrio privado, un hotel y una playa privada en el departamento de Colonia, propiedad del argentino Federico Bonomi y su mujer, Cynthia Kem, dueños de la reconocida marca de ropa Kosiuko, es “otro paraíso con sello argentino y plagado de irregularidades”, afirman medios uruguayos.

Alberto Roselli, codirector del semanario El Eco junto a Nancy Banchero, quienes realizaron la denuncia periodística, dijo que “hay hasta una oficina montada para Aduana y tenemos la fotografía”, además de recordar que “en 2016 fuimos en lancha a tomar fotografías a ese lugar, que no estaba habilitado por la Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente del Uruguay), y tenemos fotos de cuando estaba trabajando la maquinaria en la arena”.

Aparentemente, el predio se encuentra situado a 100 metros del kilómetro cero del río Uruguay. “Donde ahora hay un arroyo, había un canaletón de donde bajaba el agua de los médanos y tiraron una serie de médanos que si hubiera sido en (la costa) este, se hubiera armado una batalla campal. Pero acá no pasa nada”, lamentó el periodista oriental.

Roselli afirmó también que “esto comenzó hace varios años, desde que se le vendieron calles a Federico Bonomi desde la Junta Local de Nueva Palmira, algo que nunca debió haber pasado porque ya había trazados públicos en ese lugar”.

El empresario argentino también habría comprado la histórica Bodega Icardi, donde construyó el Hotel Casa Chic, y un predio donde se edifica un barrio privado.
Fuente: El Eco y El Telégrafo

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