Eso coincidió con las primeras hipótesis de los investigadores acerca de que Carrasco falleció al llegar al complejo de departamentos donde vivía, en Colón al 400, en Paraná. Allí, vomitó, se desvaneció y se ahogó, pero todo deja una incógnita: ¿cuál fue la causa de las náuseas y el estado de inconsciencia? El estudio indicó que el hombre no tenía lesiones ni signos de violencia, lo que refuerza que no se trataría de un homicidio.
Para ello, el fiscal de la División de Homicidios que lleva el caso, Gonzalo Badano, y el médico forense Juan Bertozzi, esperan los resultados toxicológicos sobre las muestras de sangre para intentar establecer un posible consumo excesivo de alcohol o drogas.
La inspección al cuerpo, asimismo, reveló que Carrasco llevaba un blister con medicamentos al momento de morir porque había comenzado un tratamiento ambulatorio hace algunas semanas.
También resta esclarecer cuando ocurrió la muerte, aunque las sospechas más fuertes apuntan a que sucedió en horas de la madrugada. El llamado al 911 fue alrededor de las 11 pero es posible que nadie haya visto el cuerpo antes, ya que el pasillo donde falleció Carrasco conduce solo a su departamento y a otro que está deshabitado, pero no es de fácil visibilidad para quienes habitan en los monoambientes de la planta alta.
Otro de los datos faltantes a esclarecer es si Carrasco estuvo acompañado en las horas previas a su muerte. El relato de los testigos indicó que el periodista estuvo con un amigo luego de la medianoche y que cenaron en un local de comidas rápidas cerca del centro de Paraná. Sin embargo, ese amigo no fue identificado y no lograron establecer si tras comer, el hombre frecuentó otro sitio.
