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No han sido calmas las últimas horas en el Consejo de la Magistratura de Entre Ríos. Aunque siempre apelando a un tono amable y respetuoso, queda claro que a varios de sus integrantes les ha incomodado sobremanera que, de buenas a primeras, se convoque a una reunión a media mañana de este jueves, ni más ni menos que para elegir a los jurados que deberán evaluar a los postulantes para ocupar las fiscalías anticorrupción de la provincia.

En efecto, el malestar, apenas insinuado, pero tangible, se centra especialmente en un reproche: que los convocan a último momento, cuando la mayoría ya tiene compromisos contraídos previamente, para una tarea muy sensible: evaluar futuros jurados de los que nada saben porque no les ha llegado la información detallada, incluido los currículums, de las personas propuestas para tan relevante misión.

Según pudo saber El Entre Ríos de fuentes absolutamente confiables, varios consejeros calificaron como “apresurado” el modo en que se convocó a la reunión de este jueves y, especialmente, la falta de documentación básica que permita a cada cual formar una opinión fundada sobre los probables jurados.

La improvisación habría llegado a tal extremo que mientras se desarrollaba el encuentro de hoy por la mañana, del que participaron sólo quienes pudieron asistir, aparecieron los currículums de los candidatos a jurados para fiscalías anticorrupción. Es decir, en medio de la reunión, los consejeros se iban enterando quiénes son esos probables jurados.

Es sabido que para poder elegir responsablemente entre varias opciones, es indispensable previamente conocerlas a fondo. De otro modo, se trataría de una elección a ciegas.
Renuncia y retractación
También tomó por sorpresa a la mayoría de los Consejeros que una prestigiosa jueza, oriunda de Concordia, haya renunciado a su rol de consejera, invocando “razones personales”, y días después presentó una “retractación”.

Renuncia y retractación ocurrieron en un breve lapso, al punto de que el Consejo de la Magistratura no alcanzó a debatir la aceptación de la dimisión cuando ya había quedado sin efecto.

Si bien nadie duda de las fundadas razones de la jueza para haber adoptado ambas decisiones, el hecho impactó en varios consejeros, que se vieron sorprendidos tanto por la renuncia como por la posterior retractación.

Al comunicar la dimisión el 20 de diciembre, la magistrada se justificó en cuestiones personales y familiares que le impedían viajar con la frecuencia que requiere el ejercicio responsable del rol de consejero. La posterior retractación torna evidente que su situación cambió.
Fuente: El Entre Ríos

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