Lo llamativo del caso es que desmontar un transformador, que pesa centenares de kilos y está ubicado a gran altura, con el agravante de que está conectado a líneas de electricidad de alto voltaje, no es tarea sencilla. Hace falta gente, equipamiento y conocimientos.
Aún así, el fenómeno luce por el momento imparable.
Este nuevo robo aconteció en inmediaciones del ingreso a Estancia Grande desde Ruta Nacional 14. El equipo robado pertenecería a la Cooperativa Eléctrica.
Las imágenes son elocuentes. En las alturas, el espacio vacío. En el piso, los restos del equipo que fue destruido para aprovechar el material codiciado: el cobre.