Una gran nuble de tierra pareció haber tomado por completo la ciudad jardín en la noche del jueves, cuando el “fenómeno” tuvo su punto más alto, generando sensación de suciedad y cierta disminución en la visibilidad de quienes se transportaban a bordo de vehículos.
A través de las redes sociales, fueron varios los usuarios que mostraron su descontento, incluso con imágenes tomadas en algunas calles de ripio. “¿Van a resarcir económicamente a quienes tenemos familiares alérgicos”, se preguntó una elisense. “No doy más de la alergia, ando con pañuelos en la mano todo el día”, manifestó otra usuaria, en el mismo sentido.
Otros fueron más creativos, optando por el humor y la ironía para reclamar. “¿Estamos en Londres”, preguntó a sus contactos un vecino de Villa Elisa. Mientras que uno se tomó el trabajo de armar un afiche con la imagen del regador y la leyenda “Buscado”, otro puso personas bailando sobre el paisaje de polvo de tierra, simulando una “gran bailanta popular” con humo.
Sin regadores
Desde la Secretaría de Obras y Servicios Públicos informaron que los tres vehículos destinados al riego de calles sufrieron problemas mecánicos y rotura de tanque los últimos días, por lo que no se pudo cumplir con el recorrido diario.La municipalidad cuenta con dos camiones y un tractor que remolca un tanque de agua, destinados al riego de las calles de ripio. Al parecer, ambos camiones sufrieron desperfectos mecánicos y el otro, una rotura en el tanque.
Reparado el tanque de agua, uno de los móviles ya volvió a recorrer la ciudad, estimándose que para este fin de semana dos equipos estarían cumpliendo la labor, incluso con turnos extra durante la madrugada para paliar la situación generada.
Antecedentes
No es la primera vez que los elisenses sufren los efectos del polvo, ya que a fin de enero y principio de febrero de este mismo verano se suscitó una situación similar.Ante las quejas de la población, en esa oportunidad habían dado a conocer desde la municipalidad que implementaría un nuevo sistema de riego, con el objetivo de poder atender de manera efectiva la demanda.
El regador entonces pasaría, al menos, dos veces en el día por cada una de las calles y tres veces en aquellas arterias que, por su uso constante y alto grado de evaporación, resulte necesario.
