En cambio, el sistema energético uruguayo y argentino se ven favorecidos con esta situación, porque los 9 mil metros cúbicos de agua por segundo que están llegando al embalse de la represa de Salto Grande, permiten que trabajen 13 de las 14 turbinas del complejo hidroeléctrico con altos niveles de producción, al tiempo que los técnicos hacen lo propio en la reparación de la restante turbina.
En las costas de Salto, el río Uruguay oscila en un nivel entre los 4 y 7 metros, lo que provocó que las playas de Salto Chico y Las Cavas no se habiliten para el uso público. Se trata de los únicos espacios públicos para baños en este curso de agua, que cuentan con servicio de guardavidas de la Intendencia de Salto y de Prefectura Nacional Naval.
Las reservas del embalse, que han llegado a descender a los 32 metros la semana pasada, en las próximas horas recuperarán su marca habitual de 35 metros con 50 centímetros y no se descarta que para la semana entrante la evacuación de agua aumente sus caudales, ante un mayor volúmen que comenzará a llegar desde la cuenca del alto Uruguay.
