Las respuestas las ofrece el Dr. Walter Mattarucco (M.P. 11506), especialista en Neumonología que ejerce actualmente en las localidades de Ubajay y San Salvador.
-Se denomina oximetría de pulso. El dispositivo que uno se pone en el dedo es un oxímetro y el número que aporta es una medida indirecta de cuán saturada de oxígeno está la sangre. No la sangre que corre por venas y arterias sino la oximetría capilar, porque a nivel de los dedos lo que existe son capilares.
Una particularidad que tiene es que se hace con una técnica fotométrica. Para que la medición sea lo más exacta posible, el paciente debe tener algunas condiciones; por ejemplo, no estar anémico y no tener las uñas esmaltadas, especialmente con colores oscuros.
Otro punto importante es saber que cuando los valores están más cerca de lo normal, son más exactos. Por debajo de un valor de 92-91, la medida ya no es tan exacta.
Estas son las cosas que debemos tener en cuenta antes de medir a un paciente. También, en lo posible, los valores habituales de ese paciente, porque hay algunas patologías que pueden modificarlos.
-¿Por qué es tan importante tener en cuenta este valor en enfermedades como el coronavirus?
-Se trata de una enfermedad respiratoria viral como tantas otras y la aparición de neumonía bilateral no es más frecuente que en otras infecciones virales, pero la diferencia es la cantidad de personas que se enferman.
Al principio se vio que quienes tenían una oximetría o saturación en la sangre menor a 95, son las que requieren evaluación respiratoria más profunda (una radiografía, una tomografía) para ver si tiene neumonía. Si la tienen, habrá que ver si esa oximetría se mantiene. Suele haber consenso de que un paciente con Covid-19 que tiene un valor inferior a 94, requiere internación para administrarle oxígeno.
A veces esto genera confusión porque en otras patologías la insuficiencia respiratoria es por debajo de 91-92, pero podemos anticiparnos al empeoramiento. Puede pasar que a los dos días se vaya de alta o empeore, depende de cuántos días de enfermedad lleve, la edad, los factores de riesgo y otras cuestiones. No hay un protocolo estricto, pero se entiende que un paciente con 93 de saturación debe estar internado, sobre todo si es de riesgo y no tenía problemas previos con la oximetría. Por supuesto hay que ver el cuadro en su conjunto.
-Me sorprendió enterarme que existe una hipoxia o neumonía silenciosa, que cuando es percibida por el paciente el cuadro ya es grave.
-Al principio de la pandemia la llamaban “hipoxia feliz”, pacientes sin síntomas y que tenían muy baja la oximetría.
Es posible, pero también hay que contrastarlo con muchos pacientes que tardan en consultar y cuando uno empieza a indagar, tenían síntomas pero los negaban o minimizaban.
En general la neumonía se desarrolla entre el séptimo y el décimo día de la enfermedad o del día en que el paciente empezó con los síntomas, que es lo que nosotros podemos cuantificar. De hecho muchos pacientes leves tienen neumonía y ni se enteran; eso se ve en algunos estudios que se hacen para ver la repercusión de la enfermedad. A esos pacientes no se les hace ningún tratamiento.
-¿No es peligroso?
-No se puede saber de antemano, pero se considera que si no tiene manifestaciones, aunque se le encuentre neumonía, sigue siendo un paciente leve.
Una cosa es cómo uno puede describir la enfermedad y otra cómo se ve clínicamente.
-Todos los pacientes con diagnóstico de Covid o que han estado en contacto estrecho con un positivo, aun cuando permanezcan sin síntomas, ¿deberían controlar su oxigenación varias veces por día?
-No. El paciente que tiene pocos síntomas no tiene por qué controlarse. Si tiene síntomas respiratorios está la opción de que tenga un oxímetro. A quienes tienen muchos factores de riesgo les proveemos uno para que se controlen, pero no hay manera de prevenir, en todo caso será detección más rápida.
-¿Estos cuadros suelen verse en personas mayores o con patologías asociadas?
-No siempre. Hay personas menores de 60 sin factores de riesgo que desarrollan neumonía. A veces tienen obesidad no reconocida por el paciente, esto es real, pero también se ha visto en gente joven y sana. Como en cualquier infección, depende de la respuesta del organismo, la evolución, la cantidad de virus que haya ingresado, la cepa… Son muchas variables.
Lo mejor es guardar todas las medidas de cuidado y si uno es contacto estrecho o presenta algún síntoma, no minimizarlo y consultar rápidamente.
