La derrota de Achirense en Ubajay no solo le permitió a Sauce terminar mucho más holgado (le sacó 5 puntos de ventaja) el Clausura, sino también arrebatarle el 1º puesto de la tabla general que le permitirá definir de local en todas las llaves de Play Off en las que participe. Si bien obtuvo su boleto al Torneo Regional 2019, la dirigencia del “Rojo” anunció de antemano que no hará uso de la plaza y posiblemente compita en la Copa Entre Ríos (exRegionalito).
En la tarde de la consagración, Sauce destrabó rápidamente su compromiso (ganaba 2-0 antes de los 20’) y se dio el lujo de jugar casi todo el desarrollo con la tranquilidad de sentirse campeón. Su público lo entendió así y comenzó a preparar la caravana desde muy temprano. Por lo tanto, lo que sucedía en Ubajay se tocaba de oído, porque ese resultado solo se tenía en cuenta para la tabla general.
1º tiempo
Después de un comienzo en el que Liebig entró algo más suelto y se animó a inquietar con algunas llegadas (Salguero le sacó un peligroso remate bajo a Fernández), Sauce apretó el acelerador y, en un abrir y cerrar de ojos, liquidó el partido. Previamente hubo dos avisos: un centro que peinó imperfectamente Erramuspe, rozó Crepy y pegó en el travesaño y un mano a mano que el arquero le ganó a Valado y alcanzó a mandar al córner. De ese envío, Pablo González remató cerrado y terminó convirtiendo un gol olímpico para abrir el score. Apenas un par de minutos después la escena se repitió, pero ésta vez Crepy despejó con lo justo y Nicolás Gómez capturó el rebote para marcar de cabeza el 2-0.
2º tiempo
El segundo tiempo estuvo de más porque Liebig no ofreció síntomas de recuperación y Sauce manejó el juego con oficio. Pasado el primer cuarto de hora, Matías Barrios metió el 3-0 con un impecable cabezazo y más tarde Poggio se perdió en dos oportunidades el cuarto gol. El tramo final del partido se jugó bajo un clima de festejo y algarabía por parte del público local, que comenzó a soltar el anhelado “dale campeón”.
Un triunfo meritorio
Sumamente destacable lo conseguido por Sauce con un plantel modesto y formado en su propia casa, logrando cortar la hegemonía de Achirense y Atlético Villa Elisa que se habían repartido los últimos 7 trofeos.
El Clausura se lo quedó invicto, repitiendo lo de 2011.
