Domínguez aseguró "hay un pedido de ambos clubes, un acuerdo de ambos clubes, de que se desnaturalizó el juego. Prima el sentido común, el partido se jugará mañana a las 17 horas en el Monumental". Desde Boca la postura era clara: le informaron a River y a Conmebol que no estaban en condiciones de jugar el partido: Pablo Pérez, capitán del equipo y Gonzalo Lamardo, juvenil que acompañó al plantel, habían sido trasladados a un hospital para ser atendidos tras la salvaje agresión que sufrió el plantel boquense en su llegada al estadio Monumental.
Hubo piedrazos al micro, gases lacrimógenos y varios futbolistas resultaron heridos.