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Paola está indignada. No puede creer que su hijo Franco, de 19 años, esté postrado en su casa, con una quebradura expuesta de tibia y peroné, sin que lo operen porque el hospital Masvernat no cuenta con el "clavo" que hace falta.

Pero esa no es la única ni tampoco la primera razón por la que siente una evidente impotencia.

Todo comenzó el 18 de diciembre a la noche, cuando Franco y su acompañante cruzaban en moto el puente de Salto Grande rumbo a Salto. La rueda se metió en un hueco entre la vía y el pavimento, cayeron y el joven se fracturó tibia y peroné.

La ambulancia de CTM los socorrió y los llevó al hospital de Salto. "Lo atienden muy bien -cuenta Paola- y nos dicen que el 19 de diciembre a la mañana lo van a operar en un sanatorio salteño que tiene convenio con el nosocomio. A las 8 y media de la mañana, llega el enfermero para llevarlo a cirugía, pero cuando arriban al sanatorio, el médico les comunica que el hospital Masvernat no autoriza la operación, que debe ser operado en Concordia".

El médico de Salto había aconsejado operarlo con urgencia porque estaba sangrando; pero explicó a la familia que iba contra las reglas intervenir al paciente, si no lo autoriza el hospital argentino. Lo mismo pasó con la chica accidentada. Tuvo un coágulo y tampoco ese día pudieron hacerle una tomografía, porque el Masvernat tampoco autorizó, contó Paola.

"El médico uruguayo dejó asentado por escrito la falta de autorización del hospital Masvernat para operar a Franco" precisó su mamá.

En el siguiente capítulo de la historia, el nosocomio concordiense envió una ambulancia a buscar a los dos jóvenes. "A las 15:30 estábamos en Concordia. Le hacen los estudios, una radiografía. Lo llevaron a la sala de traumatología, le hicieron un electro, le administran calmantes, pero nos comunican que no podrán operarlo porque no tienen clavos" relató Paola.

"Mi rabia es por qué lo traen de Salto, donde sí lo estaban por operar y acá en el hospital me dicen que no hay clavos para ponerle, porque tiene una fractura expuesta de tibia y peroné", se lamenta, sin encontrar lógica alguna en lo sucedido.

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La pierna quebrada del joven que espera en su casa a que lo operen Agrandar imagen
La pierna quebrada del joven que espera en su casa a que lo operen
Pero ahí no acaban las sorpresas para esta madre. "El miércoles 20 de diciembre, a las 9 de la mañana, le dan el alta provisoria en el Masvernat, que se vaya a su casa así como está, con una venda y una férula. Tengo a mi hijo postrado en un sillón, con un alta provisoria, esperando que el hospital Masvernat se decida. Me dicen que es un tema de burocracia, que hay que comprar el clavo y no es tan fácil. 15 o 20 días faltarían para que a mi hijo lo operen. Es mucha la rabia que tengo porque tengo a mi hijo postrado", insistió Paola.

La bronca de esta madre también apunta a CTM: "No se comunicaron conmigo siquiera para ver cómo está el chico, qué pasó en el puente. Nadie se comunicó ni siquiera para decir 'Señora, ¿cómo está su hijo?'".

"Estoy con tristeza e impotencia" repitió Paola, porque "tengo un hijo de 19 años quebrado, postrado en mi casa, esperando a que lo operen cuando ellos se decidan".
Fuente: El Entre Ríos

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