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Van quedando atrás las primeras horas de un sábado que tiene todos los condimentos de un domingo –el feriado del viernes ayudó bastante- y el pueblo argentino cuenta las horas para llegar al preciso momento en el que el árbitro uruguayo Esteban Ostojich haga sonar el silbato y marque el inicio de la final de la Copa América.

Cara a cara estarán en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro los dos máximos favoritos a levantar el trofeo continental. Brasil y Argentina, los rivales de siempre, reeditando una final que tuvo varias consagraciones “Albicelestes” en el viejo Campeonato Sudamericano, y también dos “Verdeamarelas” (2004 y 2007) en la nueva era.

Si bien Brasil mostraba mejores atributos antes de iniciar el certamen, el camino de ambos hacia el Maracaná ha sido muy similar en rendimiento y resultados. Cumplieron los deberes y ganaron sus respectivos grupos en la fase clasificatoria, y luego sacaron adelante, con cierto grado de dificultad, sus cruces de cuartos y semifinales.

Esto genera que la final tenga un pronóstico reservado y aunque Brasil cuente con la localía y un mayor rodaje en la comparación de los procesos, presumiblemente se verá una final muy pareja, en la que cada detalle será importante en el desarrollo de un partido que, a diferencia de las etapas previas, tendrá alargue en caso de igualdad en los 90’.

Y en momentos en que los antecedentes entre las dos selecciones inunda las previas de cada señal deportiva, no podemos dejar de mencionar las presencias entrerrianas en las últimas conquistas de la Selección Argentina.

Surgió entonces una particularidad que nos permite ilusionarnos aún un poco más, porque en los últimos planteles campeones: Mundial 1986 y Copa América 1993 hubo jugadores nacidos en Gualeguay: Jorge Luis Burruchaga y Ramón Ismael Medina Bello. Sí, gualeyos, al igual que Lisandro Martínez, único exponente entrerriano en el plantel que dirige Lionel Scaloni.

No hace falta volver a describir lo importante que resultó Burruchaga en la conquista de México, donde anotó el gol decisivo en la final ante Alemania Federal. Titular indiscutible y uno de los mejores socios que tuvo un excepcional Diego Maradona, el volante ofensivo también le metió un tanto a Bulgaria en el 2-0 de la ronda inicial.

Con su potencia para desbordar y entrar al área el “Mencho” se transformó en una buena alternativa para Basile en el ataque argentino y fue bicampeón de América en 1991 y 1993.

Lisandro, actual jugador del Ajax de Países Bajos, fue titular solamente frente a Bolivia, en el cierre de la fase de grupos, y dejó en claro que puede ser una importante variante en el sector izquierdo de la defensa.

Sólo un dato, una particularidad. Pero a esta altura, con los nervios a flor de piel y a punto de empezar a repasar cada una de las cábalas, un refuerzo más a esta ilusión de cortar casi tres décadas sin festejos en las citas más importantes.
Fuente: El Entre Ríos

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