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Entre Ríos concentra alrededor del 40% de la producción citrícola nacional, especialmente en los departamentos de Concordia, Federación y el norte de Colón.

En esas zonas existen varias pymes familiares. El titular de una de ellas es Darío Toller: su empresa produce cítricos sobre 500 hectáreas en la zona de Federación. Al ser consultado sobre los números que arroja el sector, indicó: “La cosecha va bien, se va levantando toda la producción”. De todas maneras, informó que “este año hubo una caída del 40% por igual período que en 2019, producto de una helada tardía en el mes de octubre que dañó la floración, ocasionando grandes daños”.

La PyME exporta mandarinas y, en segundo, lugar naranjas, y lo hacen sin intermediarios. Las ventas al exterior tuvieron complicaciones en cuanto a la logística, ya que los buques con contenedores no estaban llegando en tiempo y forma. Tiempo después, esto se solucionó y se pudo seguir despachando mercadería sin problemas, hacia Rusia, Filipinas y Canadá.

Por otra parte, también fue consultado Fernando Borgo, integrante de la comisión directiva de la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier), quien explicó que, al haber una merma en la producción, pudo equilibrarse la demanda con la oferta: “Eso hizo también que tengamos mejores precios este año en el mercado interno, comparándolos con los del año pasado”.

El contexto de la pandemia es también una variable en el comportamiento del consumo de alimentos. Al respecto, Borgo expresó: “Con el tema de la gripe e incluso de la pandemia, muchos se hicieron eco del consejo de aumentar el consumo de cítricos para subir la dosis de vitamina C. Eso hizo que tengamos un año con buen consumo y, dentro de las complicaciones, tuvimos un precio relativamente bueno”.

Las exportaciones continúan, aunque la apertura de nuevos mercados se complicó, por la irrupción del coronavirus. “Los vendedores que antes solían viajar para conseguir nuevos mercados, esta vez no pudieron hacerlo. Los mercados que ya nos venían comprando están informatizados y la pandemia no fue una limitante para seguir exportando, incluso se trabajó mejor que el año pasado en algún porcentaje”, indicó Borgo.

El representante de Fecier, en esa línea, agregó: “Lo que complica mucho el panorama es la incertidumbre, todo lo que se exporta se paga a dólar oficial y hay que restarle las retenciones, pero cuando un productor tiene que comprar insumos se los cobran a un valor más alto, no el del dólar oficial. Por más que los distintos gobiernos digan lo contrario, en la práctica es lo que ocurre”.
Fuente: BAE Negocios

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