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En los últimos días, las industrias argentinas vieron recortado el suministro de gas natural, ya que las proveedoras no dan abasto para satisfacer la demanda de los hogares por la llegada del frío. En el sector industrial argentino se calcula que la medida afecta a unas 300 empresas. Y esa restricción en la entrega de gas también se produce en Uruguay.

Desde Petrobras -propietaria de la mayoría de Montevideo Gas y Conecta, las dos firmas de gas natural en Uruguay- se informó que en este momento las industrias en Uruguay no disponen de abastecimiento con gas natural.

"Esta situación está dentro de lo previsto para esta época del año, ya que las empresas tienen contratos de suministro interrumpible", se indicó en la empresa.

Por otra parte, se sostuvo que la demanda residencial de gas natural se encuentra abastecida y en situación normal, tanto para Montevideo como para el interior del país.

Esta situación se torna natural año a año cuando comienzan a producirse las primeras bajas de temperatura.

Los cortes en la entrega de gas de Argentina a Uruguay se vienen registrando desde el invierno de 2004. En Uruguay hay unas 12 industrias que reciben gas argentino bajo la modalidad de contrato de "entrega interrumpible". Esto es que se puede interrumpir el suministro cuando Argentina lo decida. El corte se aplica cuando crece la demanda residencial en el país vecino.

Las industrias locales que operan con gas natural prefieren tener ese riesgo en el suministro a cambio de un costo menor de combustible, ya que tanto el fuel-oil como la leña son más caros.

Empero, en los últimos años ha crecido el número de industrias que se autoabastece de energía mediante biomasa (mediante residuos de madera o cáscara de arroz) y en menor medida eólica.

El problema crónico de la falta de abastecimiento de gas para la industria uruguaya, podrá solucionarse a partir de mediados del año próximo cuando esté operativa la planta regasificadora ubicada en Puntas de Sayago.

La planta recibirá gas en estado líquido (se comprarán embarques mensuales) y lo volverá a estado gaseoso.

Con la regasificadora se abastecerá a las centrales térmicas de UTE y a las empresas y terminará así con la dependencia de Argentina en este combustible. Y además, podrá revertirse la situación, ya que está previsto que el excedente de ese gas natural que no se coloque en el país pueda comercializarse hacia Argentina.

Actualmente el consumo de Uruguay (sin centrales térmicas) es de 300.000 metros cúbicos diarios entre empresas y hogares. Con la regasificadora, Uruguay contará con 10 millones de metros cúbicos diarios de gas.

La primera etapa de construcción de la planta culminará en julio de 2015 y ya a partir de ese momento se estará en condiciones de producir gas natural. En una primera instancia, se había previsto que Argentina fuera socia de Uruguay en el proyecto, pero tras las demoras por parte de la administración de Cristina Fernández, el presidente José Mujica decidió seguir adelante sin su participación.

Argentina

Según informó el diario La Nación, en un día habitual, el sector industrial demanda unos 42 millones de metros cúbicos diarios de gas.

El viernes pasado, ese número había bajado a aproximadamente 30 millones (casi un 30%) menos. Allí, no sólo entran los grandes complejos productivos, sino también firmas medianas que tienen una parte del abastecimiento bajo la modalidad "interrumpible".

El recorte de gas es un clásico argentino en los días de bajas temperaturas. El gobierno hace una ecuación sencilla: como el frío aumenta la demanda de los hogares exponencialmente, restringe la oferta disponible para las centrales eléctricas (reemplazan el insumo con combustibles líquidos que suele pagar el Estado) y para los complejos productivos.

Esa operativa, habitual en muchos países pero no permanente, se tornó crónica en Argentina, donde la producción local entró en declinación durante los dos últimos gobiernos, algo que obligó a recurrir a importaciones crecientes, a extender los cortes a las industrias y a convivir con un sistema que muchas veces no cubre todas las necesidades.

Las restricciones más fuertes suelen caer sobre las mismas empresas. Las primeras son Mega y TGS, ambas encargadas de separar los componentes líquidos del gas (se usan, por ejemplo, para producir el contenido de tubos y garrafas), que fueron afectadas desde el principio de la semana.

En el sector privado coincidieron en que la falta de gas en la época de bajas temperaturas es habitual, pero también se mostraron sorprendidos por el nivel de corte en un contexto en que la actividad viene en baja.
Fuente: Diario El País de Montevideo

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