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Sin embargo, un defensor se interpone en su camino y envía el balón al córner.

Los defensores suben a cabecear, la popular ruge y la platea se pone de pie para observar el tiro de esquina, esperanzados con el resultado que les deparará tan propicia ocasión. Mi hijo, naturalmente expectante, me mira con cara de “ya sé” y, sabedor de mis manías, me dice: “2%”.

Ese bendito 2% es la probabilidad de que un córner termine en gol para el equipo que lo lanza. La alta valoración que entre los espectadores ofrece esta circunstancia del juego como ocasión de convertir no tiene sustento en los números. Quizás sea por eso que equipos caracterizados por el buen trato de la pelota, como Barcelona de España o la propia selección española que ganó los títulos europeos de 2008 y 2012 y la Copa del Mundo en 2010, optaban muchas veces por jugar la pelota corta en lugar de lanzar un centro al área.

El 2% no es un invento. Sin embargo, llama la atención que en un deporte que cada vez cuenta con más estadísticas inútiles (como los metros recorridos por un jugador, un premio a los maratonistas, no a los buenos jugadores), no exista un análisis más pormenorizado de los resultados que arroja una de las situaciones de ataque que más expectativas genera en el juego. De todas formas, los escasos análisis que existen demuestran la relativa invariabilidad de esta cifra: ¡2%!

Un blog inglés llamado Soccer bytheNumbers , cuyos redactores tienen un par de libros escritos sobre estadísticas del fútbol, demuestra en un estudio titulado “Porqué el valor de gol de los córners es (casi) cero” demuestra que en la Liga Premier de Inglaterra la correlación entre tiro de esquina y goles es esencialmente cero y, luego de definir “gol de córner” como aquel que se produce en un máximo de tres toques luego de efectuado el saque de esquina, concluye que en dicha liga un córner es bueno para generar 0,022 goles. Algo es más que nada, pero la realidad es que si en la Liga Premier, históricamente famosa por su juego aéreo, se necesitan casi 50 saques de esquina para convertir un gol, no debería esperarse una cifra mayor para otras ligas. Y no la hay. Aunque tampoco hay una cifra menor.

Similar resultado alcanza un estudio de un grupo de científicos del deporte de la Universidad de “La Coruña . Dicho estudio seleccionó para su análisis 554 saques de esquina de los 627 efectuados durante el Mundial de Sudáfrica de 2010. Han excluido aquellos córneres efectuados durante los tiempos de prórroga. En este caso, han extendido el análisis a córneres que generan un gol en un máximo de cuatro toques de pelota. Sin embargo, el añadido de un toque agrega muy poco al resultado obtenido. En dicho Mundial el promedio de córneres por partido fue de 9.79 (otra cifra que también parecería bastante estable en el nivel de alta competencia, sea de liga o internacional). Su conclusión: sólo el 28,2% de los córneres terminan en un remate, sólo 10,8% terminan en un remate entre los tres palos y apenas el 2,3% de este tipo de acciones terminan en gol.

Con menor rigor científico, pero en aras de satisfacer mi curiosidad en este tema, una parte menor de mis preocupaciones durante el último Mundial de Brasil de 2014 estuvo dedicada a refrendar estas conclusiones. Este objetivo, probablemente, no estuvo exento de la soberbia de confirmar la sensatez de mi relativa tranquilidad en estas circunstancias con el furor irracional de mis vecinos de tribuna, incluido mi sufrido hijo, a quien sólo el cariño debe permitirle tolerar mis extravagancias en tales momentos del partido.

Afortunadamente, la “ficha del partido” en la página oficial de la FIFA me permitió obtener las cifras de córneres ejecutados con sencillez, y la tecnología me permitió revisar los goles con igual simpleza y velocidad. Durante el Mundial de Brasil se ejecutaron en total 663 tiros de esquina (nótese la cercanía con los 627 ejecutados en Sudáfrica) en 64 encuentros. Es decir, un promedio de 10,4 saques de esquina por partido. Utilizando la regla de los tres toques, se produjeron 14 goles de córner, es decir… (suenen tambores): 0.021 goles por córner. Si hubiera utilizado la regla de los cuatro toques, sólo hubiera añadido el primer gol de Holanda a México, y la cifra hubiera trepado 0.023. Que resulta más o menos lo mismo.

Aunque la “ficha del partido” provista por la AFA para los encuentros del fútbol local no informa cuántos saques de esquina tuvo cada equipo, la evidencia recogida en otras ligas y mi propio tiempo empleado (malgastado, diría mi hijo) en el análisis de esta circunstancia del juego en el Mundial de Brasil, me da la tranquilidad necesaria para afirmar que la cifra debe ser también similar en nuestra liga.

En cierta forma, saber que sólo 1 de cada 50 córneres culminará en gol podría asestar un golpe certero a mi pasión. Es más difícil acertar un gol de córner que acertar un pleno a la ruleta. Me reconforta descubrir que con esto y todo, cada vez que River tiene un córner a favor me levanto con la esperanza de que ése será el momento de nuestro 2%. Que una cosa son las estadísticas y otra muy distinta el amor por la camiseta.

http://www.soccerbythenumbers.com/2011/05/why-goal-value-of-corners-is-almost.html
Toni Ardá Suárez, Rubén Maneiro Dios, Antonio Rial Boubeta, José Luis Losada López y Claudio A. Casal Sanjurjo, Análisis de la eficacia de los saques de esquina en la copa del mundo de fútbol 2010

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