Ante los equipos que coordinan las áreas sustantivas de la cartera sanitaria provincial, la ministra puso en relieve el lugar elegido para el encuentro en la tarea de significar y resignificar las prácticas colectivas sanitarias: el hospital Escuela de Salud Mental. “Esta institución se inició en 1963 con otra denominación (hospital Dr. Antonio Roballos) y es el escenario elegido para dar una señal simbólica desde lo institucional: salir de la estructura de línea y venir a un efector con un largo recorrido de trabajo”, afirmó
Asimismo, expuso que el último día del 2019 interpela la reflexión. “Poder estar con ustedes, y entre todos, es una manera de despedir un año y un devenir muy difícil para todo el sector Salud”.
Velázquez reflexionó: “Quizás la crisis social, económica, política e institucional que nos atravesó a nivel país se manifestó mucho más en esta etapa, pero hemos pasado varias: en 2001, los 90, 1989, los federales; y estas instituciones mantuvieron el contrato social con la comunidad y sobrevivimos porque nos sostiene lo colectivo y cada acción de los trabajadores y trabajadoras de Salud, tanto en la clínica como en el territorio”.
La ministra remarcó que mucho se habló del modelo neoliberal. Y en este marco analizó: “El modelo neoliberal se compone de prácticas muchas veces fragmentadas y aisladas –sin contenidos, antisolidarias y antisororas– que las reproducimos quienes estamos al frente de las políticas públicas”.
Acto seguido anticipó una etapa de construcción en el contexto de una batalla cultural para salir de los enunciados y “poder trabajar nuevos modelos de atención y organización de un sistema de Salud que tenga que ver con el componente de derechos: la inclusión, la equidad y la accesibilidad que tanto pregonamos como paradigma”.
La titular de la cartera sanitaria instó a “deconstruir muchos modelos que se nos han arraigado en los últimos 30 años, entendiendo que cada uno de nosotros somos una construcción histórica y necesitamos volver a forjar más el compromiso con el otro y pensar críticamente lo que hacemos todos los días”.
Velázquez apostó a nuevos desafíos: “La reestructuración del Ministerio de Salud partiendo de revisar los modelos de organización en cuanto a componentes y contenidos de normativas todavía vigentes pero vetustas que no tienen nada que ver con una atención primaria renovada”.
Por último, concluyó: “El sistema sanitario está en crisis y no por falta de recursos financieros: invertimos millones de pesos –un tercio– orientados a paliar la atención de población por enfermedades crónicas no transmisibles; hemos legislado por patologías; grandes compañías farmacéuticas han encontrado en este perfil epidemiológico, nacional y latinoamericano, un nicho importante para poder seguir realizando pingues negocios para sus arcas financieras y nos olvidamos de la atención primaria de la salud renovada que nos tiene que atravesar con el desafío de prepararnos para la salud y no para la enfermedad”.