“Venimos con despidos desde el inicio de este gobierno. En una primera tanda fueron alrededor de 60 y ahora se habla de despidos muy grandes”, precisó el dirigente y amplió: “De los mil y pico que hay en el país, se habla de que habría 600 despidos, lo cual sería muy grave”.
Mario Den Dauw, dirigente de ATE, explicó que desde hace muchos años -ya en la gestión anterior- no hay políticas para el sector y la repartición no cuenta con presupuesto propio. Las tareas se realizan con “un gran esfuerzo de los técnicos, que están articulando con muchas instituciones, con organizaciones de productores con los que se están haciendo muchas cosas en territorio. Pero la realidad es que los medios de la Subsecretaría son prácticamente nulos”.
Por esa razón, “estamos llamando un poco a la reflexión de toda la sociedad, e incluso del mismo gobierno, porque entendemos que la Agricultura Familiar contiene a más del 70 por ciento de los productores, que son pequeños o medianos productores, no son quienes produce divisas porque exportan, que también es importante, pero sí son quienes producen el alimento que consumimos en los distintos territorios, que dan trabajo a la gente en las economías locales, que generan un movimiento económico importante en nuestros pueblos”, describió.
También consideró que “es un sector que desde ese punto de vista tiene una tremenda importancia si es que pensamos en una sociedad que tenga una dinámica territorial”. Y admitió que “si se pretende una reestructuración siempre es atendibles, pero nunca la desaparición”.
En Agricultura Familiar en Paraná hay incluso trabajadoras con 24 años en calidad de contratadas. “La precarización, junto a la falta de política de Estado, de presupuesto, de líneas de trabajo identificadas, con personal que esté dentro de una estructura orgánica con roles y funciones definidos y con la evaluación de desempeño, cosas que venimos pidiendo los trabajadores desde hace tiempo, nos ha traído donde estamos”, sostuvo.
