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El sector avícola atraviesa un fuerte momento de crisis. Para conocer más detalles, especialmente de la situación en Entre Ríos, El Entre Ríos entrevistó a Carlos Molinares, Secretario de Organización en la Federación Gremial de la Industria de la Carne y sus Derivados, y Secretario General del Sindicato de la Carne del Departamento Colón.

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Carlos Molinares / Foto: Rubén Comán El Entre Ríos Agrandar imagen
Carlos Molinares / Foto: Rubén Comán El Entre Ríos
-¿Cuál es la situación del sector avícola en nuestra provincia?

-La misma que en todo el país. Hemos hablado con el sector empresario y nos han expresado mucha preocupación. Si sumado a eso en cada filial se empiezan a ver dificultades que perjudican al trabajador, como que hemos cobrado en la mayoría de los lugares el aguinaldo un mes tarde, empezamos a tener complicación en el pago de los salarios, la merma de la faena semanal que implica una reducción salarial importante, y teniendo en cuenta el contexto económico que tenemos el país, la situación se va complicando cada vez más.

El sector empresario nos manifiesta que se empiezan a ver signos que en la industria avícola habían desaparecido, como el ingreso que va aumentando de productos importados de Brasil que se fabrican acá en la Argentina.

También hay una situación compleja respecto a los valores de los productos. Somos conscientes desde el sector trabajador de que no somos competitivos por el tipo de cambio, y es cierto que si pedimos que se modifique a nosotros nos significa una pérdida del poder adquisitivo, pero eso también está arriba de la mesa.

El sector empresario se está reuniendo con el gobierno nacional y provincial, pero nosotros no estamos participando como parte fundamental de la cadena. Sabemos que, como ocurre en todas las industrias, siempre el hilo se termina cortando por lo más delgado que es el trabajador y nosotros no queremos seguir tolerando esa situación. Si hay un problema queremos saber cuál es y que ambas partes salgamos bien, y no que únicamente se vea afectado el trabajador con reducción salarial o inconveniente en los pagos. Que el Estado haga lo que tenga que hacer para resguardar las fuentes de trabajo y el poder adquisitivo que la gente necesita para vivir en un contexto económico complicado.

-Desde tu experiencia, si pudieses aconsejar a los funcionarios competentes en la materia, ¿qué les dirías que deben hacer?

-Por información que tenemos, el sector empresario les ha llevado ciertas inquietudes por resolver. Lógicamente no podrá resolver los inconvenientes con el mercado exterior, pero sí otros internos como los costos que tengan las empresas hoy. Si queremos cuidar las industrias que generan mucha mano de obra y de buena calidad, hay que solucionar algunas cuestiones internas y tener en cuenta al trabajador, que se ve perjudicado por cualquier modificación. En el Ministerio de Trabajo de la Nación hay herramientas para ayudar a las empresas y pueden dar oxigeno a las necesidades que tenemos los trabajadores para que no veamos reducido nuestro salario.

Por lo que nos pintan las empresas, el escenario es complejo y no se va a resolver de un mes para otro, por eso en la mesa no tiene que estar sentado solo el sector empresario sino el trabajador, para que escuchen cuáles son nuestras dificultades.

-¿En Entre Ríos hubo despidos en el sector?

-No hemos tenido despidos masivos, pero sí hemos notado que los compañeros que ingresan a fin de año para cubrir las vacaciones, este último año no estuvieron. Tenemos la preocupación de las empresas de que si esto no se soluciona empecemos con algunas dificultades que ya las habíamos dejado en el 2000-2001, y como representantes de los trabajadores no queremos volver a las situaciones que padecimos con reducción de personal y cierre de algunas plantas. Hoy no lo tenemos, pero si no se cambian algunas cuestiones a largo plazo, lo que están manifestando en el sector empresario es que se puede llegar a esta situación. Nosotros queremos adelantarnos y buscar alternativas.

-¿El sector de la carne está en una situación similar?

-Sí, veníamos con una crisis desde hace años y no ha cambiado mucho. A partir del quite de retenciones y de la modificación del tipo de cambio hubo meses buenos como enero, febrero y marzo, pero de ahí en adelante, con el aumento de los servicios que tuvieron la empresas, el aumento del animal en pie y la caída de los precios en el mercado internacional, pasa exactamente lo mismo que en el sector avícola, no somos competitivos con respecto a Brasil, Paraguay y Uruguay. Así que la situación también es compleja en el sector de las carnes rojas.

En nuestro departamento, PGE no está trabajando normalmente desde que se hizo cargo la nueva empresa con capitales de origen chino; no hubo más problemas con el pago de los salarios, pero no estamos trabajando normalmente. Con una capacidad de 600 animales por día estamos trabajando tres días a la semana y no superamos los 200 animales por día, con una planta estable de alrededor de 280 trabajadores.

-¿El sindicato de la carne analiza algún tipo de medida de fuerza a nivel nacional?

-Con el sector avícola hemos declarado en un plenario provincial con todas las filiales, el estado de alerta y movilización. Además solicitamos desde la federación una audiencia con todas las empresas del sector de la provincia, allí plantearemos las inquietudes de los trabajadores y a partir de allí veremos qué decisión tomamos. Si esto continúa de esta manera y no tenemos ningún tipo de solución, veremos qué acciones tomar.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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